Maduro dice que las protestas se extinguen

Caracas, 8 mar.- La marcada división entre seguidores y opositores a la vía socialista venezolana liderada por el presidente Nicolás Maduro volvió hoy a las calles con protestas opositoras por desabastecimiento y actos oficialistas en los que el gobernante aseguró que los focos violentos se están extinguiendo.

En los alrededores de la Plaza Francia de Altamira, en el este de la capital, se registraron el sábado nuevos incidentes violentos cuando decenas de manifestantes trataron de bloquear las calles y fueron reprimidos por centenares de policías nacionales antimotines que lanzaron gases lacrimógenos.

Los violentos incidentes obligaron a las autoridades a restringir el tránsito en los alrededores del municipio capitalino de Chacao, según indicó el alcalde de esa zona, Ramón Muchacho, al canal de noticias Globovisión.

Varios miles de opositores realizaron el sábado la marcha de las «Ollas vacías» en el norte de la capital, en la que hicieron un ruido ensordecedor de cacerolas y cornetas, y enarbolaron pancartas en las que se leía «No hay, no hay, ¿Hasta cuándo?«.

Los manifestantes protestaron así contra la inflación galopante, que a principios de año alcanzó una tasa anualizada de 56,3%, y los problemas graves de abastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos que se han agudizado en los últimos meses debido a la entrega retardada de las divisas por parte del gobierno, lo que ha afectado el ingreso de importaciones al país.

El índice de escasez, que mide la disponibilidad de productos en los comercios, saltó en enero pasado a 28%, uno de los niveles más altos desde el 2009 cuando el Banco Central de Venezuela comenzó a difundir el indicador.

«Hay que hacer una presión para que de alguna manera se haga algo… Hay mucha escasez, es muy difícil conseguir las cosas», comentó María Gómez, una arquitecta de 43 años, mientras sonaba de manera incesante una olla con una cuchara en medio de la protesta.

La marcha opositora no pudo llegar a su destino, que era la sede del Ministerio de Alimentación, debido a que varios miles de guardias nacionales con equipos antimotines y tanquetas bloquearon todos los accesos al lugar.

«No hay nada que comprar. Sólo se puede comer lo que el gobierno deja traer al país porque todo lo importamos. No hay carne. No hay pollo», dijo molesta Zoraida Carrillo, una jubilada de 50 años, al caminar entre la concentración de opositores mientras hacía sonar algunas de las cuatro ollas que se colgó en la cintura. «No cesaremos de salir a la calle a protestar hasta que el gobierno reaccione. Somos la piedrita en el zapato de este gobierno».

Henrique Capriles, el líder opositor y gobernador del estado central de Miranda, rechazó la decisión que tomó el gobierno de bloquear con miles de militares el paso de los manifestantes. Mientras caminaba en la concentración, dijo a la prensa que «no se puede criminalizar» las protestas.

«En vez de escuchar a los venezolanos, envían a los funcionarios y a grupos paramilitares armados, por ellos mismos, a disolver las manifestaciones. El error más grave que comete el gobierno es subestimar lo que está pasando en las calles», expresó Capriles al responsabilizar al gobierno del presidente Nicolás Maduro de los problemas de escasez.

«Todo este despliegue militar demuestra el culillo (pánico) gigante de Nicolás y su gobierno frente a la protesta con contenido, en contra de los graves problemas que hoy viven los venezolanos», afirmó el ex candidato presidencial que fue derrotado por Maduro en las elecciones presidenciales de abril pasado por un estrecho margen de 1,4% (224.739 sufragios).

Se realizaron marchas similares contra la escasez en los estados Zulia, Barinas, Táchira, Carabobo y en la isla de Margarita.

El desabastecimiento es uno de los principales problemas que afronta del país y el Gobierno admite que 28 de cada 100 productos medidos no se encuentran ni tienen sustituto, de lo que responsabiliza a «una guerra económica» que, denuncia, le ha declarado la oposición política y empresarial.

A la escasez se une la inflación, superior al 56 % en 2013, entre los problemas que explican «el descontento que recorre el país», se lee en el documento que la oposición pretendía entregar en el Ministerio de Alimentación.

Las protestas han sido diarias desde que el pasado 12 de febrero se celebró el Día de la Juventud, y han derivado en casos de violencia en 18 de los 335 municipios venezolanos, según Maduro.

«Hoy quedan 6 u 8 (focos violentos) en el país» porque la mayoría se han extinguido gracias a «los propios vecinos», subrayó Maduro en un acto en el que se felicitó de que algunos representantes de la oposición ya estén en diálogo con su Gobierno.

En ese sentido, reiteró su invitación a que los grupos de estudiantes opositores, que, valoró, son minoritarios en el universo educativo nacional, se sumen a los llamados «diálogos de paz», al igual que a los dirigentes de la MUD.

La Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, informó hoy de que la institución que encabeza ha contabilizado 21 fallecidos en hechos de violencia vinculados a las protestas según un «informe preliminar».

Diez de esas víctimas, precisó Ramírez, fueron tiroteadas en las «guarimbas» (barricadas) levantadas en las calles, modalidad de protesta rechazada por el Gobierno y la mayoría de partidos opositores a Maduro.

«La trampa más letal han resultado ser precisamente las ‘guarimbas», indicó Ramírez, al subrayar que son «trampas para cazar seres humanos».

Ramírez también informó de que ha recibido 44 denuncias de «violación a la integridad física», entre ellas casos presentados como tortura, todos los cuales, remarcó, «están siendo investigados por la presunta participación o actuación irregular de funcionarios uniformados del Estado».

En ese sentido, pidió diferenciar y ser «muy rigurosos en el uso de los términos» al hablar de tortura y del uso desproporcionado de la fuerza por organismos policiales, por lo que han sido detenidos una decena de uniformados.

Ramírez dijo que las protestas han obligado al «despliegue de 20.000 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) en todo el territorio nacional».

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