Civiles entran en Homs gracias a pacto entre rebeldes y Gobierno

Beirut, 9 may (EFE).- Los civiles entraron hoy en el casco antiguo de la ciudad siria de Homs, asediada durante más de veinte meses, gracias a un acuerdo entre las partes en conflicto, que los insurgentes ven poco probable en otras localidades, como Alepo.

La televisión oficial siria ofreció imágenes de los primeros civiles que se adentraron en los barrios de Bustan al Diuan, Uarshe, Al Hamidiya y Bab Hud, en la parte vieja, después de que el Ejército asegurara esas zonas tras la retirada de todos los rebeldes.

Algunos ciudadanos lloraban y otros daban muestras de alegría, cuando deambulaban por las calles devastadas por los combates y bombardeos.

Los civiles pudieron entrar después de que la última tanda de insurgentes que permanecía en el casco antiguo saliera a bordo de autobuses en dirección a Dar al Kabira, en el norte de la provincia, según el acuerdo firmado con las autoridades el domingo.

Los medios estatales habían anunciado ayer la culminación del repliegue, pero un remanente de unos 300 combatientes se había quedado en Homs bloqueado por las autoridades, que no les permitían marcharse antes de que entrara un convoy de ayuda humanitaria en dos pueblos bajo control opositor en Alepo.

Al final el convoy pudo penetrar en los pueblos de Al Zahra y Nubel a primera hora de la tarde y las fuerzas gubernamentales dieron luz verde para la evacuación de los últimos milicianos, que se sumaron a los 1.500 replegados entre el jueves y el miércoles.

Este último grupo llegó sobre las 16.50 hora local (13.50 hora GMT) a Dar al Kabira, señaló a Efe el activista opositor Samer al Homsi por internet.

El pacto suscrito entre ambos bandos, con la presencia de miembros de la ONU y de la Embajada de Irán, es un «acuerdo complejo», como lo describen fuentes opositoras, que contempla varios puntos.

Uno de ellos es la liberación de prisioneros en manos de los rebeldes, que hasta ahora han puesto en libertad a 71 rehenes, entre ellos mujeres y menores, capturados en las provincias de Alepo y Latakia, en el norte del país.

Una fuente insurgente cercana a las negociaciones con las autoridades explicó a Efe por internet que el pacto se ha dado justo en este momento «porque el factor tiempo jugaba en contra de los dos».

En su opinión, al régimen le convenía porque había fracasado en ocupar militarmente la ciudad antigua y ahora tiene una «comedia» de elecciones muy cercana, el 3 de junio.

Siria se prepara para celebrar comicios presidenciales en esa fecha, a los que se ha postulado para un tercer mandato el presidente Bachar al Asad, en el poder desde el año 2000.

La fuente reconoció, por otro lado, que a los rebeldes también les beneficiaba un arreglo en Homs porque «han sufrido mucho por el asedio de dos años».

Y es que el implacable cerco del Ejército durante este tiempo había causado un importante deterioro de la situación humanitaria dentro del casco antiguo, hasta ahora uno de los feudos principales rebeldes, que ha sufrido la escasez de alimentos y medicinas.

La fuente consideró que este acuerdo ha sido «muy especial por la situación de la ciudad» y descartó pactos similares en otros bastiones opositores, como Alepo.

«Es difícil que se repita», reflexionó la fuente, que recordó que este pacto «no es una firma de paz, sino un alto el fuego temporal, porque la lucha sigue».

De la misma opinión es un miembro del Frente Islámico, principal alianza opositora islamista del país, en Alepo, que pidió el anonimato.

«Alepo no puede ser cercada y, además, es fronteriza con Turquía lo que deja una zona enorme libre para actuar», indicó la fuente a Efe.

Los combatientes opositores lanzaron una ofensiva a finales de julio de 2012 en la que consiguieron hacerse con amplias zonas de la urbe, la mayor del norte de Siria, aunque no lograron controlarla completamente.

En líneas generales podría decirse que las autoridades dominan el este de la ciudad, mientras que los insurgentes son fuertes en el oeste.

Aun así, en los últimos meses el Ejército ha avanzado en la periferia de la población.

Ayer el Frente Islámico asestó un golpe a los efectivos gubernamentales con la destrucción de una de sus bases principales en Alepo, ubicada en el hotel Carlton, en plena ciudad antigua.

El Frente Islámico afirmó que había matado a 50 soldados, mientras que el régimen solo habló de víctimas en general y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que fueron 14 los fallecidos. EFE

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