Vicepresidente argentino comparece ante la justicia

BUENOS AIRES (AP) — El vicepresidente argentino Amado Boudou calificó como jurídicamente floja la acusación en su contra por supuesto tráfico de influencias y adelantó que publicará en su Facebook la declaración completa que brindó durante casi ocho horas ante el juez que investiga la causa, en un hecho sin precedentes en la historia de Argentina.

«Fue una declaración en la que yo pude exponer todos y cada uno de los puntos y después recibí todas las preguntas del juez y el fiscal», dijo el fiscal a periodistas al abandonar los tribunales.

Boudou prestó declaración indagatoria ante el juez federal Ariel Lijo, que investiga las maniobras ilícitas que presuntamente cometió junto con dos socios cuando era ministro de Economía para rescatar y adquirir en 2010 a la quebrada Ciccone Calcográfica, la única capaz de imprimir papel moneda. El fin del funcionario habría sido beneficiarse de jugosos contratos con el Estado.

El vicepresidente está acusado de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.

No hay antecedentes en Argentina de una citación a indagatoria a un vicepresidente en funciones.

Consultado sobre las pruebas que sostienen los cargos en su contra, Boudou respondió que son «flojas». No obstante se especula que el magistrado cuenta con suficientes elementos probatorios para avanzar en el procesamiento del segundo en la línea sucesoria de la presidenta Cristina Fernández. Por ello, líderes opositores reclaman que el funcionario pida licencia en el cargo para defenderse en la causa.

Boudou, que antes de declarar le había solicitado al magistrado televisar el interrogatorio, lo cual fue rechazado, adelantó que en las próximas horas subirá su declaración a la red social Facebook. Aclaró que será una transcripción de la misma.

«Se respondió cada uno de los puntos y después algunas preguntas que se me realizaron. Lo que sucedió hoy tiene que ver con el análisis técnico-jurídico de la causa. Las cuestionas políticas me las guardé para otra instancia. Voy a ampliar esta declaración», anunció Boudou.

Unos 300 militantes del kirchnerismo, el movimiento fundado por el fallecido presidente Néstor Kirchner (2003-2007) y su viuda y sucesora Fernández, se movilizaron a los tribunales con grandes banderas y tocando bombos para manifestarle su apoyo a Boudou. Sin embargo, los manifestantes se retiraron varias horas antes de que concluyera el interrogatorio al vicepresidente.

Boudou también recibió críticas de los presentes. «Si quedara detenido después de la indagatoria, es una muestra hacia el mundo que limitamos la corrupción, no que la eliminamos, porque la corrupción está impresa en las mentes de los argentinos», dijo a The Associated Press Claudio, de 53 años, que no quiso dar su apellido.

De ser procesado, el funcionario no quedaría en detención preventiva porque la pena mínima con la que se castiga el delito del que está acusado es menor a los tres años de prisión.

Lijo cuenta con un plazo de 10 días para decidir si procesa al vicepresidente por considerar que incurrió en un delito, si lo sobresee por considerar que no lo hizo o le dicta la falta de mérito al entender que no hay pruebas suficientes para inculparlo o sobreseerlo, lo que implica que seguirá bajo investigación.

El vicepresidente afirma que las acusaciones en su contra obedecen a una maniobra de grandes medios de comunicación como el Grupo Clarín y La Nación, críticos del gobierno y a los que acusa de controlar a magistrados federales.

Fernández no se ha referido públicamente a la situación de quien eligió como segundo en la línea sucesoria.

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El periodista de AP en Buenos Aires Paul Byrne colaboró en esta nota.

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