Rebeldes dificultan paso a sitio de jet derribado

Combatientes prorrusos montan guardia mientras una delegación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) inspecciona el sitio donde se estrelló un avión de Malaysia Airlines cerca del pueblo de Hrabove, Ucrania, el viernes 18 de julio de 2014. (Foto AP/Evgeniy Maloletka)

HRABOVE, Ucrania (AP) — Los separatistas armados obstaculizaban el acceso el sábado al lugar donde se estrelló un avión de pasajeros de Malaysia Airlines, limitando el movimiento de observadores internacionales y aumentando el temor de que la evidencia que muestra quién derribó el avión y mató a las 298 personas a bordo podría perderse, verse alterada o quedar destruida.

En el propio lugar del accidente, en el este de Ucrania, bajo poder de los rebeldes, el olor a descomposición era inconfundible. Decenas de cadáveres de las víctimas yacían en descomposición bajo el calor del verano. Los cuerpos yacían aún en el suelo en posiciones contorsionadas o bien estaban apilados dentro de bolsas de cadáveres que los trabajadores de emergencia dejaron a un lado de una carretera.

«Algunas de las bolsas para cadáveres están abiertas y los cadáveres se ven muy, muy dañados. Es muy difícil verlos», dijo el portavoz de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) Michael Bociurkiw a periodistas en una llamada telefónica desde el sitio.

El Vuelo 17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur transportaba a 283 pasajeros y 15 tripulantes, cuando fue derribado el jueves sobre el este de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia, una zona en la que se han registrado enfrentamientos desde hace meses entre tropas gubernamentales y los separatistas prorrusos. Las víctimas procedían de 13 naciones, entre ellos 192 ciudadanos holandeses y 80 niños.

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos acusó a los separatistas, al decir que Washington cree que el avión probablemente fue derribado por un misil SA-11 y que «no se puede descartar la asistencia técnica del personal ruso».

También el sábado, Ucrania acusó a Rusia de ayudar a los rebeldes separatistas a destruir las pruebas en el lugar donde se estrelló el avión. Los rebeldes negaron las acusaciones.

Bociurkiw dijo que la delegación de 24 monitores tuvo cierto acceso el sábado al lugar del accidente, pero que sus movimientos estaban siendo limitados por los rebeldes. El sitio se extiende por campos de girasoles y trigo entre dos pueblos del este de Ucrania, en una zona de unos 20 kilómetros cuadrados (ocho millas cuadradas).

«Tenemos que tener mucho cuidado con nuestros movimientos a causa de toda la seguridad», dijo Bociurkiw. «Somos civiles desarmados, así que no estamos en condiciones de discutir con gente con armas pesadas», agregó.

El gobierno dijo el sábado que los milicianos habían recogido 38 cuerpos del lugar donde cayó la nave y los habían llevado a la ciudad de Donestk, bajo control rebelde. Los cadáveres fueron transportados con asistencia de especialistas con claro acento ruso, según Kiev.

Además, los rebeldes están «buscando transportes grandes para llevar a Rusia fragmentos del avión», afirmó el gobierno ucraniano en un comunicado.

Ucrania pidió a Moscú presionar a los rebeldes prorrusos para que permitan a expertos internacionales realizar una investigación a fondo sobre la caída del avión, una petición que también hizo el viernes el presidente Barack Obama desde Washington.

Una delegación internacional visitó el viernes el lugar del accidente, pero sólo fue autorizada a ver una pequeña porción. Cuando la delegación se marchaba siguiendo órdenes de los rebeldes armados que les supervisaban, dos miembros ucranianos del grupo se quedaron atrás para mirar un fragmento del avión, provocando que uno de los milicianos hiciera un disparo de advertencia al aire con su fusil Kalashnikov.

Daniel Baer, embajador estadounidense ante la OSCE, se quejó de que personas a las que describió como «delegados rusos» en Ucrania no habían dado acceso seguro a los restos y habían interferido con pruebas en el lugar.

Ucrania dijo haber proporcionado toda la información relacionada con el suceso del jueves a sus socios europeos y estadounidenses.

Obama describió el viernes el derribo del avión como «una tragedia global» y reveló que entre las víctimas había un estadounidense.

«Un vuelo comercial asiático ha sido destruido en los cielos europeos lleno de ciudadanos de muchos países, así que tiene que haber una investigación internacional creíble sobre lo que ocurrió», dijo.

___

Combatientes prorrusos montan guardia mientras una delegación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) inspecciona el sitio donde se estrelló un avión de Malaysia Airlines cerca del pueblo de Hrabove, Ucrania, el viernes 18 de julio de 2014. (Foto AP/Evgeniy Maloletka)

Más relacionadas