La UE estudia ya su respuesta a sanciones rusas y vías para paliar el impacto

Bruselas, 8 ago (EFE).- La Unión Europea (UE), presionada por algunos países miembros y el sector, ha comenzado ya a estudiar su respuesta al veto ruso a las importaciones de sus productos agroalimentarios y a hacer un primer cálculo del impacto de la medida, que asciende a unos 5.250 millones de euros.

El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, que ha regresado de sus vacaciones de verano, aseguró hoy a los agricultores comunitarios que habrá una respuesta «proporcionada y rápida» para apoyarles si la situación lo requiere y recordó que en la Política Agrícola Común (PAC) existen herramientas, incluida la reserva para crisis, para ayudarles.

Rusia prohíbe desde el jueves y por un año la importación de ternera, cerdo, verduras y hortalizas, frutas, carne de ave, pescado, quesos, leche y productos lácteos desde la UE, EEUU, Australia, Canadá y Noruega, por las sanciones que le han impuesto esos países por su papel en la crisis ucraniana.

La primera reacción de la Comisión Europea (CE) ha sido advertir a Rusia de que se reserva el derecho «a tomar medidas», aunque no quiso revelar en qué podrían consistir o si tiene base para acudir de nuevo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), como hizo en abril por el veto de Moscú a la importación de carne de cerdo de la Unión.

Rusia tomó entonces esta medida por casos aislados de fiebre porcina africana, alegando motivos de seguridad alimentaria, mientras que ahora ha impuesto el veto para «garantizar la seguridad» de la Federación.

La CE creará el lunes próximo un grupo de trabajo para analizar el impacto del veto ruso en cada sector afectado y evaluar cómo apoyar de la mejor manera posible a los agricultores.

También celebrará el jueves en Bruselas una reunión de expertos den los Estados miembros a fin de analizar la evolución de los mercados en estos primeros días de prohibición.

España acudirá a la reunión con la idea de analizar si ya hay mercados que se ven «significativamente» afectados y, de ser así, pedirá que se «adopten medidas de inmediato», explicó hoy el director de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Miranda.

Ayudas hay, como el almacenamiento privado o público o la retirada de productos para intentar reequilibrar los precios.

De momento, la CE considera que es demasiado prematuro hablar de compensaciones porque confía, en palabras del propio Ciolos, en que el sector agrícola «se reoriente rápidamente hacia nuevos mercados y nuevas oportunidades» para limitar el efecto negativo del veto, aunque esta transición también pueda requerir ayudas.

Las primeras estimaciones del posible impacto de la prohibición rusa a las importaciones ascienden a unos 5.252 millones de euros para el conjunto de la UE, cifra de las exportaciones en 2013 de los productos vetados, de los cuales 5.098 millones corresponden a productos agroalimentarios y 154 millones a pesqueros.

Se trata de «menos de la mitad de todas las exportaciones agrícolas de la Unión a Rusia» el año pasado, que ascendieron a 11.865 millones de euros, se esfuerza en subrayar la CE.

Ello, a su vez, «sólo» supone el 9,9 % de todos los envíos de este tipo de productos al exterior (119.791 millones de euros).

Además, recuerdan fuentes de la Comisión, los 5.252 millones de euros incluyen productos ya vetados por Rusia anteriormente (como la carne de cerdo y las frutas y verduras polacas).

Lituania, con exportaciones de productos agroalimentarios y pesqueros vetados por valor de 927 millones de euros el año pasado, y Polonia (841 millones) son los dos países comunitarios más afectados por la decisión de Moscú.

Les siguen Alemania (595 millones), Holanda (528 millones), Dinamarca (377 millones) y España (338 millones), país este último que considera que el veto tendrá un alcance «limitado».

En el lado ruso, la medida también tendrá su impacto, porque la Federación es «un país importador neto», recuerdan las fuentes comunitarias.

El centro de estudios Open Europe calcula que las compras de productos agrícolas por parte de Rusia ascienden al 13,3 % de todas sus importaciones.

Para los rusos, las consecuencias serán probablemente unos precios más altos y menor elección en la cesta de la compra, aunque Rusia pretende compensar la pérdida de los productos comunitarios y de los otros países vetados con importaciones desde Latinoamérica. EFE

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