El Pentágono emitió un comunicado en el que explica que la operación se hizo desde el aire y por tierra y estuvo enfocada en una red particular de secuestradores dentro del grupo, conocido anteriormente como Estado Islámico de Irak y el Levante, informa la BBC.
Desafortunadamente, prosigue el comunicado, la misión no fue exitosa, debido a que los rehenes no estaban presentes en el lugar escogido.
El comunicado no especifica si entre los secuestrados que se intentó liberar estaba James Foley, el periodista cuya decapitación por militantes del Estado Islámico fue revelada en un video este martes.
Sin embargo, oficiales estadounidenses hablando bajo condición de anonimidad dijeron que ese era el caso.
«Como hemos dicho repetidamente, el gobierno de EE.UU. está comprometido con la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, particularmente los que sufren en cautiverio», dice el comunicado, «aunque se pusiera «en peligro a nuestros mejores militares».
«El gobierno estadounidense emplea todo el alcance sus capacidades militares, de inteligencia y diplomáticas para traer a nuestra gente cuando podamos», agrega.
El comunicado concluye que «EE.UU. no tolerará el secuestro de nuestra gente y trabajaremos sin descanso para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos y llevar a la justicia a los captores».