Nueva encuesta confirma triunfo de Marina Silva en la segunda vuelta en Brasil

Marina Silva, candidata presidencial del Partido Socialista Brasileño, a la izquierda, habla mientras la observa Aecio Neves, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña, durante un debate presidencial televisado en Sao Paulo, Brasil, el martes 26 de agosto de 2014. (AP Foto/Nelson Antoine)

La ecologista Marina Silva ganará las elecciones de octubre próximo en segunda vuelta con un 43,7 % de los votos, frente al 37,8 % de la actual presidenta brasileña, Dilma Rousseff, según los resultados de un nuevo sondeo difundido hoy.

La encuesta, que confirma la tendencia ya registrada en otras dos, fue elaborada por la firma MDA para la patronal Confederación Nacional del Transporte (CNT).

Según MDA, en la primera vuelta del próximo 5 de octubre Rousseff será la más votada (34,2 %), seguida por Silva (28,2 %) y el socialdemócrata Aécio Neves (16 %).

Esos resultados obligarán a convocar una segunda vuelta para el 26 de octubre y ese día Silva ganará con un 43,7 %, frente al 37,8 % de Rousseff, de acuerdo con el sondeo de intención de voto.

Silva fue designada candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) la semana pasada, tras la muerte de Eduardo Campos en un accidente de aviación.

Desde su irrupción como candidata, hace sólo una semana, Silva ha revolucionado todos los sondeos, pues hasta entonces todos daban a Rousseff como ganadora de las elecciones.

En líneas generales, los resultados de MDA coinciden con otras encuestas realizadas desde la muerte de Campos por los institutos Datafolha e Ibope.

Datafolha, en un sondeo publicado el 18 de agosto, cinco días después de la muerte de Campos, le atribuyó a Silva un 46 % de apoyo en una segunda vuelta, frente al 43 % de la actual presidenta.

El sondeo de Ibope, divulgado este martes, también pronostica una segunda vuelta entre ambas candidatas y dijo que Silva ganaría con un 45 % de los votos frente al 36 % que obtendría Rousseff.

MDA indicó que la encuesta tiene un margen de error del 2,2 % y fue realizada entre el 21 y el 24 de agosto, período en el que fueron entrevistados 2.002 electores de 137 municipios en 24 de los 27 estados del país.

Anoche en el primer debate que se celebra,  Silva propuso un cambio profundo en la administración de Brasil, al tiempo que la presidenta Dilma Rousseff defendió los programas sociales que han ayudado al país a mitigar los efectos de la crisis económica internacional, en el primer debate televisado de cara a los comicios presidenciales del 5 de octubre.

Silva, del Partido Socialista Brasileño, criticó a la mandataria por no reconocer deficiencias en materia de educación, salud y la administración política del país, que provocaron una ola de protestas en 2013. Además, habló de reducir la cantidad de ministerios y el poder de los partidos políticos.

«Desafortunadamente, tenemos una realidad en la que el país será entregado en peores condiciones de las que fue recibido por la presidenta», dijo Silva.

Mientras tanto, Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores, defendió que su administración ha generado puestos de trabajo y empleó a más médicos en un programa que importa especialistas extranjeros para enviarlos a zonas rurales y desatendidas del país.

«Le quiero preguntar a los televidentes, a las amas de casa, ¿qué están viendo? ¿Tienen o no tienen más empleos hoy? ¿Tienen o no más comida en la mesa del trabajador?», dijo Rousseff.

Rousseff y Neves evitaron las últimas dos semanas criticar a Silva por respeto al candidato recién fallecido y al partido que dirigía.

Algunos analistas dicen que Silva es la favorita para conquistar el voto de los indecisos e insatisfechos con el gobierno. Silva proviene de una familia pobre y trabajó extrayendo látex de árboles en la selva amazónica antes de ser empleada doméstica y aproximarse al ecologista Chico Mendes en sus protestas contra la deforestación.

Aunque el analista Carlos Pereira, de la Fundación Getulio Vargas, advierte que el efecto Silva aún se podría desvanecer conforme se acerca la elección, la nueva candidata parece estar restándole electores a Rousseff.

«Está consiguiendo quitarle votos a Dilma», dijo Pereira. «Pero tenemos que esperar a ver si ese efecto es duradero y sustentable».

Si las preferencias se mantienen, Rousseff no podría declararse victoriosa en la primera vuelta. Para evitar una segunda vuelta, prevista para el 26 de octubre si es necesario, el candidato ganador necesita llevarse la mitad más uno de los votos.

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