El vicepresidente de Bolivia siente «vergüenza» de la justicia de su país

La Paz, 25 sep (EFE).- El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, manifestó hoy «vergüenza» de cómo se aplica la justicia en su país e imploró a los jueces que concluyan «de una vez» los procesos de tres polémicos casos que llevan años en los tribunales sin que se haya dictado sentencia.

García Linera afirmó en una entrevista con la Cadena A que la justicia en Bolivia «es una decepción total» y reiteró que el Gobierno que preside Evo Morales elaborará una norma por la cual los jueces y fiscales que incumplan con los plazos procesales irán a la cárcel.

«Vamos a ir sacando a jueces que no cumplen su labor y están metidos en corrupción, los que cumplen su tarea se quedarán tranquilos», aseguró, a la vez que acusó a los jueces elegidos por voto popular de creerse «pequeños dioses» que «no obedecen a nadie».

Para el vicepresidente boliviano, «ha habido errores» en el sistema de elección de altas autoridades mediante las urnas que rige en Bolivia desde el 2011.

García Linera ilustró los problemas de la justicia en su país con los casos «terrorismo», «Chaparina» y la «masacre de Porvenir», que llevan años en los tribunales sin que hasta el momento se hayan dictado sentencias.

«Para mí ese es un delito que jueces y fiscales han permitido que (el proceso) dure cinco años», aseveró con relación al llamado «caso terrorismo».

Ese caso, por el que se juzga a 39 personas, estalló el 16 de abril de 2009, cuando un comando policial realizó un operativo en el hotel Las Américas de Santa Cruz para desbaratar a una supuesta célula terrorista que quería atentar contra el presidente Morales con fines secesionistas.

En la operación murieron el irlandés Michael Martin Dwyer, el boliviano-húngaro-croata Eduardo Rózsa y el rumano Árpád Magyarosi, mientras que el húngaro Elöd Tóásó y el boliviano-croata Mario Tadic fueron detenidos y encarcelados.

«Este caso de Chaparina, el de la masacre del Porvenir, el del Hotel Las Américas, son tres casos emblemáticos en los cuales nosotros somos los más interesados de que acaben, se esclarezcan y se sentencie a quien tenga que sentenciarse, a quien sea, pero por Dios que lo hagan de una vez», espetó.

El caso Chaparina alude a la intervención de la policía contra una marcha indígena en 2011 y la «masacre de Porvenir» es como se conoce un violento ataque contra indígenas ocurrido en 2008 en el departamento amazónico de Pando y en el que hubo un total de 13 muertos, la mayoría campesinos afines al Gobierno de Morales.

García Linera confió en que esos procesos concluyan este año y aseguró que el Ejecutivo respetará las decisiones judiciales.

Esta no es la primera vez que autoridades del Gobierno boliviano expresan su enfado por el estado de la justicia en el país andino.

El presidente Evo Morales ha criticado públicamente en varias ocasiones el mal funcionamiento de los órganos judiciales, mientras el sistema de Naciones Unidas en Bolivia ha manifestado su preocupación al respecto, dentro de su informe anual sobre derechos humanos. EFE

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