Aécio Neves, el candidato del libre mercado, revoluciona la campaña electoral en Brasil

El candidato presidencial brasileño Aécio Neves (c-i), del partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y su fórmula vicepresidencial, Aloysio Nunes (c-d), (Brasil). EFE/Sebastião Moreira

SAO PAULO (AP) — La fuerte proyección de Aécio Neves en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil el domingo ha puesto de cabeza la política en el país y ha colocado a Neves a poca distancia de la presidenta Dilma Rousseff, pero el ex gobernador todavía enfrenta una batalla cuesta arriba para frustrar los intentos de reelección de Rousseff.

Neves se acercó a 8 puntos porcentuales de Rousseff el domingo, ha cobrado impulso y cuenta con el fuerte apoyo de su partido, de centroderecha. El reto para Neves, que nació en una familia bien y con poder político, será conectar con los brasileños pobres, millones de los cuales se han beneficiado de las políticas de Rousseff.

«Necesita establecer un diálogo más popular para construir un puente con esos electores», dijo Mauricio Moura, encuestador brasileño y profesor de Estrategia Política de la Universidad George Washington.

Neves, economista de 54 años, tiene sólo tres semanas para lograrlo.

Neves desafió las expectativas en la primera vuelta electoral del domingo al terminar con 34%, en comparación con el 42% de Rousseff. Marina Silva, candidata del Partido Socialista, quien en un momento las encuestas, terminó tercera con 21% y no irá a la segunda vuelta del 26 de octubre.

Los electores tienen ahora una opción clara: reelegir a Rousseff, de inclinación izquierdista, y apoyar su postura proteccionista en materia de comercio, o moverse a la derecha con Neves, quien ha prometido reducir el gasto del gobierno, abrir la infraestructura al sector privado y tratar de lograr acuerdos de libre comercio con Europa y Estados Unidos, posturas que ciertamente Rousseff criticará ahora que Silva quedó fuera de la campaña.

Silva, una popular ex ministra del Ambiente, consiguió un enorme apoyo cuando fue escogida para sustituir a Eduardo Campos, el candidato original de su partido, quien falleció en agosto en un accidente de aviación. Pero Silva perdió atractivo después que Rousseff lanzó una agresiva campaña para desacreditarla, que incluyó anuncios que presentaron los planes de Silva para hacer menos estrictos los controles al sector privado como una amenaza a los beneficios sociales logrados durante los 12 años que lleva el Partido de los Trabajadores (PT) en el poder.

«Aecio no ha estado sometido a mucho escrutinio en las últimas semanas debido al impulso mostrado por Marina. Pero ahora va a ser el centro de la atención de la maquinaria del PT», dijo Joao Augusto de Castro Neves, director para América Latina de la firma de asesoría Eurasia Group.

Pero Rousseff también tiene puntos vulnerables. Su proyección en la primera vuelta fue la más débil del partido en 16 años. El grupo de Neves ha señalado que los candidatos de oposición sacaron más votos que la presidenta, algo que espera sea una señal de que el país está listo para un cambio.

Su gerente de campaña, José Agripino Maia, no demoró mucho en acercarse públicamente a Silva en un intento de ganarse a sus seguidores.

«Además de respetar su decisión, creo que nuestra obligación es luchar para conseguir el apoyo formal de Marina», dijo Agripino.

Silva dijo el domingo que sostendría reuniones para estudiar la posibilidad de apoyar a algún candidato y que escogería el que tenga las posturas más similares a las suyas.

Una encuesta publicada el sábado por la firma Datafolha indicó que 71% de los partidarios de Silva votarían por Neves si se enfrentara a Rousseff en la segunda vuelta. La encuesta entrevistó a 18.116 electores entre el 3 y 4 de octubre, y tuvo un margen de error de 2 puntos porcentuales.

Sin embargo, Moura y otros analistas dudaron que Neves consiga el apoyo de los simpatizantes del Partido Socialista, quienes están significativamente más a la izquierda.

Neves debe beneficiarse de la fuerza de su Partido Socialdemócrata, el más fuerte de la oposición en Brasil, que tuvo la presidencia entre 1994 y 2002, cuando se dio crédito al presidente Fernando Henrique Cardoso por estabilizar la inflación. Neves también se beneficia del legado de su abuelo, Tancredo Neves, un querido político escogido para ser el primer presidente tras el fin de la dictadura en 1985, pero enfermó y falleció antes de ocupar el cargo.

Y aunque Neves está bien considerado por sus dos períodos como gobernador del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país, también es el estado de Rousseff. En las elecciones del domingo, la presidenta lo aventajó allí 40% a 36%.

El sector privado pareció aplaudir la fuerte proyección de Neves. El lunes, el índice bursátil Ibovespa subió 8%, la mayor alza en una jornada desde 2008, y el real, la divisa brasileña, se fortaleció contra el dólar. En un momento, las acciones de la petrolera estatal Petrobras llegaron a aumentar 17% a 21,50 reales.

La economía brasileña ha perdido vapor en los últimos cuatro años e incluso Rousseff reconoció en su discurso tras la votación el domingo que en un segundo período implementaría cambios en su política económica, aunque no ofreció detalles.

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Adriana Gómez Licón está en Twitter como www.twitter.com/agomezlicon

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