Nobel de Medicina a los descubridores del «GPS interno» del cerebro

Combo fotográfico con retratos del estadounidense John O'Keefe (izq), y los noruegos May-Britt Moser (dcha) y EFE/CHRISTIAN CHARISIUS/TORSTEIN BOE

ESTOCOLMO, Suecia (AP) — El científico británico-estadounidense John O’Keefe y el matrimonio noruego de Edvard Moser y May-Britt Moser ganaron el lunes el Premio Nobel de Medicina por descubrir el «geolocalizador interno» del cerebro que nos ayuda a navegar por el mundo.

Sus descubrimientos en ratas —la investigación indica que los humanos tienen el mismo sistema en el cerebro— significaron un «cambio en el paradigma» sobre el conocimiento de la manera en que funcionan las células para realizar funciones cognitivas, informó la asamblea que otorga el premio.

El conocimiento del sistema de posicionamiento puede «ayudarnos a comprender el mecanismo que apuntala la devastadora pérdida de memoria» que afecta a las personas que sufre el mal de Alzheimer, agregó.

La Asamblea del Nobel en el instituto Karolinska dijo que los ganadores del Nobel de este año «han descubierto un sistema de posicionamiento, un GPS interno del cerebro, que hace posible orientarnos en el espacio», informó el comité que otorga el reconocimiento.

O’Keefe, de 75 años, investigador del University College de Londres, descubrió el primer componente de este sistema en 1975 cuando encontró que una clase de célula nerviosa siempre se activaba cuando una rata estaba en cierto lugar de una habitación. Demostró que esas «células de lugar» construían un mapa del ambiente y no sólo recibían información visual.

Treintaicuatro años después, en 2005, May-Britt Moser y Edvard Moser, un matrimonio que trabaja en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, con sede en Trondheim, identificó otro tipo de célula nerviosa —la «célula de cuadrícula»_, que genera un sistema coordinado que permite el posicionamiento preciso y encontrar senderos, informó la asamblea.

«Es una locura», dijo emocionada May-Britt Moser, de 51 años, a The Associated Press, desde Trondheim. Informó que su marido, de 52 años, desconocía inmediatamente el reconocimiento porque el lunes voló al Instituto Max Planck de Alemania para mostrar sus investigaciones.

«Es un gran honor para nosotros y para toda la gente que ha trabajado a nuestro lado y que nos ha apoyado», dijo. Agregó que han estado juntos durante 30 años. «Vamos a seguir y espero que hagamos más trabajo innovador en el futuro».

La vocera de la universidad en Trondheim, Hege Tunstad, dijo que Britt-Moser «necesitó un minuto para llorar y hablar con su equipo» cuando se enteró de la noticia.

Edvard Moser dijo a la agencia noruega de noticias NTB que se enteró de que había ganado el Nobel cuando al aterrizar en Munich, encendió su teléfono y vio un torrente de correos electrónicos, mensajes y llamadas perdidas.

Los descubrimientos del Nobel también abrieron nuevas vías para comprender funciones cognitivas como la memoria, el pensamiento y la planeación, dijo el comité que asigna el premio.

«Gracias a nuestras células de cuadrícula y lugar no tenemos que caminar con un mapa para encontrar nuestro camino cada vez que visitamos una ciudad porque tenemos un mapa en la cabeza», dijo Juleen Zierath, presidenta del comité que otorga el Nobel de medicina. «Creo que sin esas células pasaríamos muchos problemas para sobrevivir».

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El periodista de The Associated Press Mark Lewis en Stavanger, Noruega, contribuyó a este despacho.

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