Preocupación en Líbano por deserción de soldados y su unión a yihadistas

Combatientes del grupo extremista Estado Islámico desfilan en la ciudad Raqqa, Siria, en esta foto que difundió esa organización el lunes 30 de junio de 2014. Los ataques aéreos del gobierno sirio contra la ciudad en poder del Estado Islámico han dejado al menos 13 muertos, dijo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, el sábado 6 de septiembre de 2014. (AP Foto/Centro de Prensa de Raqqa del Grupo Estado Islámico)

Beirut, 13 oct (EFE).- La reciente deserción de tres militares y su adhesión a grupos yihadistas ha causado preocupación en el Líbano, aunque los expertos consultados por Efe descartan que esto vaya a provocar una descomposición del Ejército, como ocurrió durante la guerra civil.

El diputado del grupo suní Futuro, Jean Ogassapian, instó hoy a «no subestimar» este asunto, que a su juicio «requiere apoyo político», así como un mayor control militar en las zonas donde hay elementos extremistas.

Los temores quedaron en esta jornada también reflejados en la prensa, con titulares como «¿Se renueva el escenario de la división en el Ejército?», del periódico Al Diyar, o «¿Quién asume la responsabilidad de las deserciones?», As Safir.

Durante la guerra civil (1975-1990) algunos oficiales formaron sus propias brigadas con miembros de su comunidad religiosa, hasta que en la década de los noventa el entonces presidente Emile Lahud reconstruyó la institución y la convirtió en un cuerpo no sectario.

Sin embargo, para el general libanés Charles Chihane, los miedos a que se repita esta situación son infundados.

«No hay nada que temer aunque pudiesen haber algunos simpatizantes de grupos yihadistas en el seno del Ejército», dijo a Efe Chihane, que consideró que los tres desertores son «casos especiales».

Todos ellos son de la región septentrional de Akkar, limítrofe con Siria, y han acusado al Ejército de maltratar a los habitantes de Arsal y a los refugiados sirios, y de estar vinculado con el grupo chií Hizbulá, que combate en Siria junto a las tropas del presidente Bachar al Asad.

Uno de los soldados anunció el sábado pasado en un vídeo su deserción y su adhesión al grupo Estado Islámico (EI), y un día antes, y por separado, otros dos dijeron haberse unido al Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.

«Lo único que podría afectar al Ejército es una decisión de los líderes político de la comunidad suní, en especial (el ex primer ministro) Saad Hariri, y de los dignatarios religiosos», agregó el general, que apunta que más del 70 % de lo suníes apoyan al Ejército.

Por su parte, otra fuente militar, que requirió el anonimato, dijo a Efe que descartaba que pudiesen haber deserciones en masa: «Podrían producirse otros casos pero no constituirán un factor determinante para una descomposición de la institución militar», apostilló.

Según esta fuente, «el único factor de preocupación es que los yihadistas tratan por todos los medios de seducir a los militares suníes» como los tres desertores, que vienen de la región desfavorecida de Akkar.

Desde el estallido del conflicto en la vecina Siria, en marzo de 2011, han aumentado los atentados, secuestros, enfrentamientos armados y otros actos violentos en el Líbano, dividido entre los partidarios y detractores de Al Asad.

El pasado agosto estallaron combates en la zona fronteriza de Arsal entre el ejército y yihadistas del Estado Islámico y del Frente al Nusra, que se saldaron con 19 soldados muertos y unos treinta secuestrados. EFE

Más relacionadas