Rousseff y Neves se atacan con política exterior a tres días de los comicios

Aécio Neves, líder de la oposición brasileña. Foto de Archivo, La República.

Río de Janeiro, 23 oct (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su rival en las elecciones del próximo domingo, el socialdemócrata Aécio Neves, recurrieron hoy a la política exterior para atacarse mutuamente y convencer a los últimos votantes indecisos.

A tres días de la segunda vuelta de las presidenciales, Rousseff ensanchó su ventaja en los sondeos y ahora goza de entre seis y ocho puntos sobre el opositor, según dos encuestas divulgadas hoy.

Para contrarrestar esa tendencia que favorece a la mandataria, Neves puso hoy el dedo en la llaga en la supuesta connivencia de Brasil con los países limítrofes productores de drogas, mientras que Rousseff ridiculizó las aspiraciones de su rival de cambiar el rumbo de las alianzas comerciales que mantiene el gigante suramericano.

El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) acusó a los gobiernos de los países suramericanos donde se producen drogas de «hacer la vista gorda» con el narcotráfico.

Y al Ejecutivo liderado por su oponente en las urnas le echó en cara no hacer nada para evitar esa situación y «aceptar» la entrada de drogas en el país.

El único país vecino que citó fue Bolivia, origen de la mayoría de la cocaína vendida en Brasil y que llega al país a través de una frontera porosa, escasamente vigilada, algo que también pretende cambiar el opositor.

«Bolivia, por ejemplo, produce cuatro veces más de hoja de coca de lo que consume en sus altiplanos; eso es una señal clara de que no hay una preocupación de esos países», manifestó Neves en una rueda de prensa.

Además de Bolivia, Brasil recibe cocaína principalmente de Colombia y de Perú y marihuana desde Paraguay.

La propuesta de Neves significaría un endurecimiento en las relaciones con esos países, de un modo que no especificó, y también un refuerzo de la frontera con la presencia de policías y militares.

Además prometió reforzar la presión sobre las narcotraficantes, que son, en gran medida, responsables de la oleada de violencia que azota a las grandes ciudades brasileñas y que, según datos oficiales, causa 55.000 asesinatos por año en el país.

Al margen de la cuestión del narcotráfico, Neves ha propugnado durante la campaña electoral un giro en las relaciones comerciales con sus socios suramericanos, para dar prioridad a una visión de la política exterior orientada a los «negocios», en contraposición con la posición «ideológica» que alega que hace su rival.

Rousseff criticó hoy esa visión y alabó la importancia que para Brasil tiene el Mercosur, unión aduanera que el país integra junto a Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela y que ha sido objeto de críticas por parte del aspirante socialdemócrata, quien sostiene que el bloque le impide a su país firmar acuerdos comerciales con otras naciones.

«Así como está la Alianza del Pacífico está también el Mercosur, y hoy todos en América Latina se han dado cuenta de la importancia que tiene nuestra región», afirmó Rousseff.

La candidata del Partido de los Trabajadores (PT) se sirvió de la ironía para comentar la idea de Neves de acercarse a la Alianza del Pacífico, bloque comercial que integran Colombia, Chile, México y Perú.

«Si la Alianza es una acción de los gobiernos hacia el mercado del Pacífico asiático, debo decir que Brasil ya tiene una excelente relación con Asia», declaró Rousseff.

Según la mandataria, Brasil ya mantiene «excelentes relaciones» con los dos mayores mercados asiáticos, China e India, a través del grupo de los BRICS, también integrado por Rusia y Sudáfrica.

«Creo que del lado de mi adversario conocen muy poco a los BRICS», dijo Rousseff con cierta ironía, en una rueda de prensa en Río de Janeiro.

Los dos candidatos permanecieron hoy en Río sin compromisos de campaña públicos al margen de las sendas ruedas de prensa que ofrecieron, debido a que ambos se están preparando para el último debate televisado, que organiza mañana en esta ciudad la televisión Globo.

Aunque Rousseff no participó en actos en la calle, sí lo hizo su padrino político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien lideró un mitin en São Gonçalo, una ciudad de la región metropolitana de Río, ante cerca de 2.000 personas.

Lula mantuvo el tono de acusaciones personales contra Neves, algo que ha empañado toda la campaña desde ambos frentes, y llamó al socialdemócrata «hijito de papá» por haber calificado a Rousseff de «frívola» durante un debate.

El único acto de Neves hoy al margen de la rueda de prensa fue un encuentro a puerta cerrada con el arzobispo de Río, el cardenal Orani João Tempesta. EFE

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