Bogotá, 25 oct (EFE).- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reiteró hoy que la presencia de nuevos jefes de las FARC en los diálogos de paz en Cuba indica que el proceso va en la dirección correcta, aunque admitió que «todavía no hay que cantar victoria» porque faltan por cerrar puntos fundamentales.
«Todavía no hay que cantar victoria, por supuesto. Nos falta tal vez lo más difícil, los dos puntos más difíciles de toda la negociación faltan todavía. Pero creo que vamos en la dirección correcta», expresó el mandatario durante una visita al puerto de Buenaventura, el principal de Colombia sobre el Pacífico.
El Gobierno colombiano y la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) buscan una salida negociada al conflicto armado del país desde noviembre de 2012 en La Habana, en donde han logrado acuerdos en participación política, tierras y narcotráfico.
Los puntos que faltan por cerrar tienen que ver con el tema de víctimas, en discusión desde septiembre pasado, y el fin del conflicto propiamente dicho, que será el último de los cinco puntos de la agenda.
Este viernes Santos dijo que los viajes de altos mandos de las FARC a Cuba para participar en los diálogos de paz son una señal de que el proceso va «por buen camino».
El mandatario hizo referencia a los nuevos integrantes de la delegación negociadora de las FARC que fueron presentados en La Habana, entre los que están algunos de los comandantes guerrilleros más buscados, como los alias «Pastor Alape», «Carlos Antonio Losada» y «Romaña», señalado por las autoridades como el mayor secuestrador de ese grupo.
Junto a ellos también llegaron a la capital cubana los alias «Isaías Trujillo», «Pacho Chino», «Walter Mendoza», «Rubín Morro» y «Matías», entre otros.
El hecho de que estos jefes guerrilleros, según Santos, se hayan sumado al equipo que negocia en Cuba el fin del conflicto armado indica que las FARC «están consultando con todos los frentes», con los jefes considerados «los más duros», los últimos dos puntos de la agenda, «que son los más importantes, los más difíciles».
Según el presidente, los traslados de esos jefes guerrilleros criticados por sectores políticos principalmente de derechas, como el partido Centro Democrático, liderado por su antecesor, el expresidente Álvaro Uribe, estaban en cierta manera previstos desde que se empezó a diseñar el proceso de paz. EFE