Gobierno argentino rechaza protesta policial y advierte de delito de sedición

Archivo - En esta fotografía de archivo del 31 de julio de 2014 la presidenta argentina Cristina Fernández ofrece una rueda de prensa en la casa de gobierno en Buenos Aires. (AP foto/Victor R. Caivano, Archivo)

Buenos Aires, 31 oct (EFE).- El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, expresó hoy su rechazo a los acuartelamientos policiales iniciados en la sureña provincia de Santa Cruz por reclamos salariales y advirtió de que constituyen un «delito de sedición».

Las medidas iniciadas este jueves por un sector de la policía santacruceña en las localidades de Río Gallegos y Caleta Olivia hicieron saltar las alarmas cuando está a punto de cumplirse un año de las huelgas policiales que a finales de 2013 derivaron en una ola de violentos saqueos, que dejaron un saldo de once muertos en todo el país.

«Si la Policía se autoacuartela, incurre en delito de sedición, en lugar de resguardar la vida y patrimonio de los habitantes», sostuvo el jefe de ministros durante su rueda de prensa diaria.

Capitanich insistió en que «debe existir cohesión y disciplina en las fuerzas de seguridad para servir a los habitantes» y llamó a normalizar la situación para «terminar con la apología del delito sistemática».

Asimismo, instó a los gobiernos provinciales a que ejerzan acciones correctivas si se producen esta clase de incidentes, ya que «el delito de sedición debe ser severamente castigado».

El funcionario matizó que la protesta es impulsada por una minoría de las fuerzas policiales, en concreto, 260 agentes sobre casi 5.000 que tiene la provincia patagónica de Santa Cruz.

Los efectivos de la policía acuartelados demandan mejoras salariales aunque desde el Gobierno provincial atribuyen las protestas a intereses políticos y ya han iniciado medidas judiciales, según informaron hoy medios locales.

En diciembre de 2013 Argentina sufrió una ola de violentos saqueos, detonada por la huelga de las fuerzas policiales de varias provincias en reclamo de mejoras salariales.

Los hechos violentos dejaron un saldo de once muertos en todo el país. EFE

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