El pueblo de Burkina Faso regresa a las calles a exigir libertad

Numerosas personas exigen una transición civil y demócratica en la Plaza de la Nación en Uagadugú, Burkina Faso, el domingo 2 de noviembre de 2014. El anterior presidente, Blaise Campaore, renunció el viernes huyó del país hacia Costa de Marfil. (AP Foto/Theo Renaut)

UAGADUGÚ, Burkina Faso (AP) — Un tiroteo se desató el domingo afuera de la televisión estatal en Burkina Faso, donde una política de oposición intentaba anunciar que estaba al mando de este país de África Occidental, del que huyó hace días el presidente que había gobernado casi 30 años.

Cuando menos una persona perdió la vida en el enfrentamiento, según testigos que solicitaron el anonimato por temor a represalias.

Los acontecimientos pusieron de relieve la incertidumbre sobre quién tenía las riendas de la nación después de que el presidente Blaise Campaore renunciara el viernes al cabo de 27 años de gobierno y huyera con su familia a Costa de Marfil en medio de violentas protestas en las que se exigía su salida del poder.

Unas 1.000 personas se habían reunido el domingo en la tarde en la Plaza de la Nación, en la capital de Burkina Faso, para exigir una transición civil y democrática al día siguiente de que los militares anunciaran que un teniente coronel sería el gobernante interino hasta las próximas elecciones.

La política opositora Saran Sereme y sus partidarios se dirigieron a la televisora estatal, donde testigos dijeron que ella pretendía declararse presidenta interina.

Sin embargo, esa acción le fue impedida cuando el general del ejército Kwame Lougue se presentó en el estudio e ingresó sin hacer declaraciones a la prensa que aguardaba el anuncio de Sereme.

Después del tiroteo, los militares hicieron un despliegue de fuerza con vehículos blindados a lo largo de todas las avenidas que conducían a las instalaciones de la televisora y la radio nacionales, según testigos.

La disputa por el mando del país ha causado caos y confusión: Dos oficiales militares distintos dijeron que habían asumido el mando del país antes de que el ejército confirmara el sábado que el teniente coronel Isaac Yacuba Zida era el gobernante de transición.

Incluso al interior de la oposición habían surgido discrepancias. Algunos activistas exigieron el domingo una transición incluyente mientras que otros pusieron en tela de juicio la legitimidad del gobierno de Zida.

Stanislas Benewinde Sankara, dirigente de un partido de oposición, se pronunció por la cancelación del gobierno de Zida.

«El ejército no debe gobernarnos. Los militares se han descalificado a ellos mismos», dijo Sankara, quien no es pariente de un asesinado líder del mismo nombre. «Este es el resultado de una insurrección popular», agregó.

Estados Unidos y la Unión Africana también han condenado la toma del poder por parte de los militares.

«Exhortamos a los militares a que transfieran de inmediato el poder a las autoridades civiles», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

«Solicitamos a la autoridad civil que se guíe con el espíritu de la constitución de Burkina Faso y avance inmediatamente hacia elecciones presidenciales libres y justas», agregó.

La presidenta de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini-Zuma, se pronunció por «una transición civil que culmine lo más pronto posible con la realización de elecciones, libres, justas y transparentes».

Burkina Faso, aunque registra gran pobreza, ha sido por mucho tiempo un país estable en la región políticamente volátil de África Occidental.

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