Yihadistas decapitan a otro estadounidense, mientras EEUU estudia enviar tropas a Irak

Foto Cortesía: Estado Islámico

Washington, 17 nov (EFE).- El asesinato del cooperante Peter Kassig, el tercer estadounidense decapitado por el Estado Islámico (EI), ha ocurrido mientras el Gobierno de Barack Obama evalúa mandar un «modesto» número de soldados a luchar sobre el terreno en Irak contra ese grupo yihadista.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, aseguró hoy que la comunidad internacional no se siente «intimidada» por el Estado Islámico (EI), después de que el grupo yihadista se atribuyera este domingo la muerte de Kassig, el tercer estadounidense decapitado por el EI en tres meses.

«Los líderes del EI asumen que el mundo estará demasiado intimidado como para oponerse a ellos», dijo Kerry durante su intervención en un foro sobre las tendencias mundiales organizado por el Grupo Foreign Policy, pero reiteró: «No estamos intimidados».

El domingo, el EI anunció la muerte Kassig, de 26 años, en un vídeo en el que se muestra la decapitación de una veintena de soldados sirios, cuya autenticidad fue verificada por la Casa Blanca. Las autoridades francesas investigan si dos de sus ciudadanos participaron en la matanza dentro de las filas del EI.

Los padres del cooperante dijeron este lunes en su primera aparición pública tras su muerte que están «devastados», pero dispuestos a perdonar. Ed Kassig pidió privacidad para poder «lamentar, llorar y, sí, perdonar» para empezar a superar la muerte de su hijo.

El secretario de Estado aseguró que Estados Unidos «no va en busca de enemigos en Oriente Medio. Hay veces, sin embargo, que los enemigos vienen a buscarnos».

En los últimos meses, los extremistas han asesinado también a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y a los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, mientras que mantienen en cautividad al informador británico John Cantlie.

Kerry señaló que el grupo autodenominado Estado Islámico «no es de hecho ni un Estado, ni verdaderamente islámico», y se refirió a él como «un adversario sin uniforme» que utiliza una estrategia «basada por completo en el miedo».

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el grupo yihadista ha ejecutado a al menos 1.434 personas en Siria desde que proclamó un califato a finales de junio desde Alepo (Siria) hasta los valles del Tigris y el Éufrates en Irak.

Estados Unidos ha iniciado una campaña en contra el grupo encabezado por Abu Bakr al Bagdadi, con una coalición internacional a la que ya se han sumado 60 países, entre ellos algunos árabes, que comparten «el imperativo de hacer frente a estos terroristas» y que ya ha realizado más de 130 bombardeos en ambos países.

«Este conflicto no es entre una civilización y otra. Este conflicto es entre la civilización propiamente y la barbarie», dijo el secretario de Estado.

El asesinato de Kassig se conoció el mismo fin de semana que el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Martin Dempsey, realizó una visita sorpresa a Irak para evaluar la campaña internacional contra el grupo yihadista.

Los militares estadounidenses asesoran a las fuerzas de seguridad iraquíes y a las fuerzas armadas kurdas que combaten al EI, pero según adelantó el general en una audiencia en el Congreso la semana pasada, EE.UU. estudia el envío de un «modesto» número de tropas para luchar conjuntamente en las operaciones de mayor complejidad.

De momento, el presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó la semana pasada el envío de otros 1.500 soldados a Irak para continuar en las labores de asesoramiento, lo que supuso duplicar el contingente ya desplegado.

El mandatario estadounidense se refirió a la muerte de Kassig el domingo como un acto de «pura maldad» y acusó al EI de estar «aprovechándose» de la «tragedia» que vive Siria para «promover sus propios fines egoístas», al tiempo que alabó la misión altruista del cooperante, que ha sido recordado por sus amigos como curioso, cariñoso y valiente.

«Era un tipo increíble» con un «gran corazón», dijo a la NBC, Michael Downey, que conoció a Kassig en Beirut en 2012 cuando comenzó como cooperante.

Kassig, que sirvió un año en el Ejército estadounidense en Irak en 2007, fundó posteriormente la organización «Special Emergency Response and Assistance» y fue secuestrado en 2013 en Siria, cuando se disponía a distribuir un cargamento médico y de ayuda humanitaria. EFE

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