Putin defiende su agresiva política exterior como necesaria para la supervivencia de Rusia

(Foto AP/Pavel Golovkin)

MOSCÚ (AP) — En un discurso anual que aborda desde la situación económica del país a los exámenes escolares, el presidente Vladimir Putin evocó el jueves el simbolismo religioso y defendió la agresiva política exterior del Kremlin como necesaria para la supervivencia de Rusia.

Rusia anexionó la península ucraniana de Crimea el pasado marzo tras la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukóvich y más tarde se le acusó de abastecer con armas y efectivos a los separatistas partidarios de Moscú que combaten en el este de Ucrania.

Durante el discurso anual sobre el estado de la nación en el Gran Palacio del Kremlin, Putin defendió la anexión de Crimea describiendo la península como terreno espiritual ruso, «nuestro Monte del Templo», y añadió que el orgullo nacional y la soberanía son «una condición necesaria para la supervivencia» de Rusia.

«Si para muchos países europeos la soberanía y el orgullo nacional son conceptos olvidados y de lujo, para la Federación Rusa la verdadera soberanía es una condición absolutamente necesaria de su existencia», dijo a una sala llena de ministros, legisladores y líderes de la comunidad. «Quiero enfatizarlo: O somos soberanos, o nos disolveremos en el mundo. Y, por supuesto, otras naciones deben entenderlo también».

Más de 4.300 personas han muerto en el este de Ucrania en lo que Occidente y el gobierno de Ucrania consideran un conflicto alimentado con dinero ruso.

Putin mostró una vez más su desaprobación al derrocamiento del mandatario ucraniano Viktor Yanukóvich, pero no dio pistas sobre cuáles podrían ser las próximas acciones en el este del país vecino.

Aunque Rusia está ampliando su presupuesto de defensa nacional, Putin dijo que no va se va a implicar en una cara carrera armamentística. Dijo que hay «soluciones inusuales» no especificadas a disposición del país.

«Nadie tendrá éxito derrotando a Rusia militarmente», dijo. «Estarían encantados de que siguiésemos el camino de Yugoslavia y el desmembramiento de los pueblos rusos, con todas sus trágicas consecuencias. Pero no fue así. No permitiremos que suceda».

Maria Lipman, una analista que trabaja desde Moscú, dijo que a pesar de las afirmaciones bélicas contra Occidente al principio de su discurso, Putin «también habló sobre cómo no nos vamos a aislar y estamos interesados en un trabajo constructivo, incluso con europeos y estadounidenses».

Dando un giro deliberadamente liberal a sus palabras, el presidente ruso también anunció medidas para estimular la alicaída economía, diciendo que el resurgir del «rol geopolítico» de Rusia debería ir acompañado de una economía próspera.

Se espera que Rusia ingrese recesión en 2015 por primera vez en seis años.

Putin propuso una congelación de tres años en las inspecciones por sorpresa y los balances fiscales de las empresas con un expediente limpio, y dijo que debería haber cargas fiscales sobre el dinero en el extranjero que vuelva al país.

Putin elogió el trabajo del Banco Central, que intentó mantener a flote el rublo este año a pesar de que la moneda tocó su récord mínimo el miércoles.

Lipman explicó que el mandatario estaba tratando tranquilizar tanto a las secciones liberales de su gobierno como a las conservadoras, pero asume que tiene las manos atadas por factores económicos.

«Creo que su libertad de maniobra está ahora limitada y muchos factores económicos importantes ya no dependen de él: la tasa del rublo, el precio del petróleo, la inflación», dijo.

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