Cápsula Orion da su primer paso hacia los nuevos destinos de la exploración espacial

La cápsula Orion de la NASA es lanzada a bordo de un cohete Delta IV, de la compañía United Launch Alliance (ULA), desde la plataforma 37 del complejo de lanzamiento espacial de la base de Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) hoy, viernes 5 de diciembre de 2014. La cápsula Orion partió hoy al espacio en su primer vuelo de prueba no tripulado para experimentar la nave, que ha sido diseñada para llevar al hombre a destinos más lejanos de lo explorado hasta ahora, incluido el planeta Marte. EFE/Bill Ingalls

Washington, 5 dic (EFE).- La cápsula Orion realizó hoy con éxito su primer vuelo de prueba no tripulado al espacio, en lo que supone un paso hacia la exploración de nuevos destinos en el espacio profundo, como un asteroide o el planeta Marte.

Orion partió al amanecer a bordo de un cohete Delta IV, de Cabo Cañaveral (Florida) y amerizó en el Océano Pacífico cuatro horas y veinticuatro minutos después, tal y como estaba previsto, a unos 965 kilómetros de San Diego (California).

«Este es un importante hito en nuestro camino para avanzar hacia las futuras misiones a Marte», indicó el comentarista de la NASA que retransmitió en directo la llegada del vehículo.

La cápsula amerizó sobre su base en posición estable después de realizar dos órbitas a la Tierra, una elíptica a una altura similar a de la Estación Espacial Internacional (EEI), a unos 380 kilómetros, y otra a una distancia quince veces mayor.

La NASA se ha marcado como objetivo enviar una misión tripulada a un asteroide en 2025 y a Marte en 2030, por eso esta prueba es considerada un primer paso hacia la exploración de esos nuevos destinos.

Este vuelo era crucial para probar el escudo térmico de la nave que en su entrada en la atmósfera terrestre alcanza una velocidad de 32.000 kilómetros por hora y está expuesta a unas temperaturas de más de 2.200 ºC y analizar la radiación a la que podrían estar expuestos los astronautas.

En palabras del director de la NASA, Charles Bolden, «este es el principio de la era de Marte», según señaló en una entrevista en el canal de la NASA, en la que dijo que espera que sirva de inspiración para las generaciones futuras de astronautas.

La cápsula alcanzó una distancia de 5.793 kilómetros del planeta, la mayor que ha recorrido cualquier nave espacial diseñada para el transporte de humanos en las últimas cuatro décadas, desde las misiones Apolo con las que se consiguió llegar a la Luna.

«Los sistemas de la nave espacial funcionaron perfectamente durante toda la misión incluyendo los dos pasos por los cinturones de radiación de Van Allen», indicó la NASA, en referencia a los anillos cargados de protones y electrones que rodean la Tierra por influencia de sus polos magnéticos.

La Casa Blanca felicitó al equipo de Orion por el éxito de la misión que marca el principio de «un nuevo capítulo en la exploración espacial», dijo su portavoz Josh Earnest.

«Esperamos con ganas los próximos hitos para enviar a nuestros valientes exploradores al interior del sistema solar», agregó.

El lanzamiento se produjo un día más tarde de lo previsto puesto que la NASA decidió aplazar la misión el jueves después de que los equipos técnicos detectaran un problema en el cierre de las válvulas de combustible y drenaje del cohete Delta IV.

Equipos de la NASA y dos barcos de la Marina estadounidense recuperaron la cápsula, que será trasladada al Centro Espacial Kennedy, en Florida, para analizar los datos recogidos por más de 1.200 sensores de vuelo y telemetría.

Miles de personas siguieron el lanzamiento que ha creado una gran expectación, ya que es la primera vez desde el programa Apolo que Estados Unidos cuenta con un vehículo para misiones tripuladas más allá de la Luna.

Orion tiene una forma similar a las naves Apolo, aunque con 5 metros de diámetro y una masa de unas 22,7 toneladas, supera el tamaño de su predecesora. Además, tiene capacidad para transportar a cuatro astronautas en vez de tres.

«Hoy es un gran día para Estados Unidos», dijo el director de vuelo Mike Sarafin desde el centro de control en Houston, que aseguró que «aunque esta misión no era tripulada, estuvimos todos a bordo de Orion».

Como muestra, Orion portó algunos objetos simbólicos como un microchip con más de un millón de nombres; un fósil del dinosaurio Tyrannosaurus rex del Museo de Ciencia de Denver (Colorado, EE.UU.), música y poesía.

La cápsula es símbolo de una nueva era para Estados Unidos, que al retirar su flota de transbordadores en 2011, perdió la capacidad para realizar viajes tripulados en un vehículo propio y ha dependido de las naves rusas Soyuz para enviar a sus astronautas a la EEI, con un costo de unos 70 millones de dólares por viaje. EFE

 

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