Colombia (AP) — El narcotráfico colombiano dio un giro más a su ingenio para el transporte de cocaína al construir un sumergible impulsado a distancia y sin necesidad de tripulantes.
El ejército encontró el miércoles pasado en la provincia de Chocó, una región selvática a unos 300 kilómetros al occidente de Bogotá, el que creen es el primer artefacto que se mueve a control remoto para transportar droga.
El aparato, que tiene unos seis metros de longitud, se dirigía a Panamá como primera parada y está propulsado por gasolina y por dos baterías eléctricas que le proporcionan una autonomía de navegación de diez horas.
El sumergible tiene forma de torpedo y está fabricado con un material que combina metal y fibra de vidrio y fue confeccionado «en los astilleros que tiene la mafia del bajo San Juan, en departamento del Chocó», dijo el coronel Carlos Díaz, Comandante de infantería de marina en entrevista con The Associated Press.
«El sumergible puede navegar durante diez horas gracias a dos depósitos de 30 galones lo que le permitiría llegar primero a Panamá y luego al mercado de Estados Unidos», resumió el oficial. El torpedo avanza sumergido y en paralelo a una embarcación nodriza que lo alimenta periódicamente de gasolina y desde donde es dirigido a control remoto para esquivar a las autoridades.
El artefacto, que puede transportar hasta 250 kilos de droga, supone un salto más en la tecnificación del narcotráfico. La utilización de embarcaciones sumergibles para traficar cocaína es una práctica habitual de los carteles de la droga.
Sin embargo, hasta ahora se habían localizado submarinos y embarcaciones semisumergibles, que evaden los radares, pero siempre con un piloto en su interior. Otros más grandes llevan incluso seis u ocho tripulantes y mueven hasta diez toneladas métricas. El costo de la tecnología electrónica, eléctrica y mecánica puede llegar a los 50.000 dólares.
Según las autoridades, la droga pertenecía a ‘Los Gaitanistas’, una banda criminal disidente de ‘Los Rastrojos’ una de las organizaciones criminales más grandes del país dedicada al tráfico de droga y otros delitos.
«Con la capacidad financiera que tiene la mafia, todo el tiempo están innovando para burlar los controles y creemos que en realidad tienen una flotilla de este tipo de aparatos», dijo el coronel Díaz. «Nunca había visto nada igual», explicó el oficial para quien este descubrimiento constituye una muestra de que hay un cambio en las organizaciones criminales que cada vez recurren más a ingenieros y químicos que a sicarios.
El ejército encontró el sumergible después de la confesión de diez delincuentes. Al momento de su confiscación no hubo detenciones.