Afganistán vuelve a vivir otra jornada de muerte con ataques y atentados

Un oficial de seguridad e inteligencia afgana inspecciona el lugar de un atentado suicida cerca del aeropuerto militar de Kabul en Afganistán el lunes 10 de junio de 2013. (Foto AP/Ahmad Jamshid)

Kabul, 13 dic (EFE).- Afganistán volvió a vivir hoy una jornada sangrienta con ataques talibanes contra objetivos civiles y militares que han dejado al menos 21 muertos y decenas de heridos, mientras el Ejército continúa sus incursiones en «zonas inseguras» con el resultado de al menos medio centenar de insurgentes muertos.

Los talibanes lanzaron en las últimas horas al menos cuatro ataques -dos en Kabul, uno en el suroeste del país y otro en el este- contra diferentes objetivos en un momento complicado para Afganistán, donde la actividad insurgente se ha intensificado a medida que se acerca la fecha de la salida parcial de la OTAN del país.

En uno de los atentados registrados en la capital, al menos seis militares han muerto y 17 personas -entre civiles y uniformados- han resultado heridas cuando un hombre a pie y portando explosivos se lanzó contra un autobús con soldados y oficiales del Ejército haciendo detonar la carga.

El portavoz de la Policía de Kabul, Hashmat Stanikzai, dijo a Efe que el número de muertos podría aumentar porque algunos de los heridos tienen el cuerpo completamente quemado.

Un portavoz del Ministerio de Salud Pública elevó aún más el número de heridos e indicó a Efe que al menos 17 personas, la mayoría civiles, fueron ingresados en dos hospitales de Kabul tras el atentado.

Fue el segundo ataque hoy en la capital afgana, después de que por la mañana el jefe administrativo de la Corte Suprema de Afganistán, Atiqullah Raufi, moría al ser tiroteado su vehículo por individuos que le interceptaron en el camino al trabajo.

«El jefe administrativo falleció de camino al hospital», declaró a Efe Stanikzai, al precisar que los asaltantes lograron escapar de la zona y que la Policía ya ha abierto una investigación.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reivindicó el segundo atentado y afirmó que forma parte de los ataques a «importantes objetivos del enemigo».

Con relación al primer atentado señaló que «el luchador» que se inmoló portaba un chaleco con explosivos y afirmó que el autobús había sido seguido durante los últimos días.

En el suroeste del país, en la provincia de Helmand, otro ataque de insurgentes, en esta oportunidad contra miembros de los equipos que trabajan en el desminado de la zona, dejó 12 trabajadores y 4 talibanes muertos.

Una fuente gubernamental de la zona indicó a Efe que poco después del ataque al grupo, de la compañía Sterling Global Operations, el Ejército llegó al área y rescató a otros artificieros tras un enfrentamiento con los insurgentes.

Dos miembros de la misión de la OTAN en Afganistán, la ISAF, murieron en la noche del viernes al estallar un explosivo al paso de un convoy militar en la provincia oriental de Parwan.

La Alianza Atlántica confirmó las muertes pero, como suele ser habitual en este tipo de casos, no ofreció detalles ya que por política deja en manos de las respectivas autoridades de los países la identificación de las víctimas.

Los ataques insurgentes se produjeron mientras el Gobierno afgano informaba hoy de que al menos 54 presuntos talibanes han muerto y 42 han resultado heridos en varias operaciones desarrolladas por las Fuerzas Armadas afganas en las últimas 48 horas para despejar «zonas inseguras» del país.

El portavoz del Ministerio de Defensa afgano, general Dawlat Waziri, manifestó a Efe que en esas incursiones también murieron dos militares y fueron detenidos doce presuntos insurgentes.

Afganistán atraviesa uno de los momentos más complicados desde la invasión de Estados Unidos y el final del régimen talibán, hace trece años, con un aumento en los últimos meses de los ataques insurgentes tanto en la capital como en diferentes puntos del país, dejando prácticamente a diario muertos y heridos.

El incremento de los ataques se producen a punto de finalizar el 31 de diciembre la misión de la OTAN, la ISAF.

No obstante, Estados Unidos prevé mantener unos 10.000 soldados hasta 2024 y la Alianza Atlántica continuará en el país con entre 3.000 y 4.000 militares con un nuevo rol a partir de 2015 de asesoramiento y equipamiento de tropas afganas, frente a los alrededor de 130.000 que había en 2012. EFE

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