San José, 5 feb (EFE).- El ecuatoriano Jesús Vélez, detenido arbitrariamente y maltratado en 2002 en Panamá, manifestó hoy a Efe que el incumplimiento del país centroamericano a la sentencia dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) hace cinco años es una «bofetada a la justicia».
«Esta impunidad le está dando una bofetada a la justicia y la está debilitando. Nosotros no podemos permitir que esto quede en el olvido», dijo Vélez, quien asistió hoy a una audiencia privada de revisión del cumplimiento de la sentencia en la CorteIDH, con sede en Costa Rica.
El ecuatoriano añadió que se siente «decepcionado, triste y con miedo», ya que si el Estado de Panamá no cumple lo estipulado por la Corte «otros inmigrantes también tendrán que pasar por lo mismo».
Vélez fue detenido en 2002 por las autoridades de migración de Panamá y fue acusado primero de estar vinculado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y luego de ser peligroso para el orden y la seguridad pública.
Fue liberado diez meses después, tras enfermarse de úlcera, perder un testículo y sufrir daños en los pies, un brazo y la cabeza como consecuencia de las torturas a las que fue sometido en la prisión panameña, afirmó Vélez.
En agosto de 2010, la CorteIDH de la Organización de Estados Americanos (OEA) escuchó su testimonio y cuatro meses después falló a su favor condenando a Panamá por tratos crueles e inhumanos.
La organización Centro por la Justicia y el Derecho Internacional, que representa a Vélez, expuso ante los jueces de la CorteIDH que el único cumplimiento que hasta el momento ha realizado Panamá es el pago de la indemnización, pues no ha acatado cambios en la política migratoria, el mejoramiento del sistema carcelario ni la orden de investigar y procesar a personas imputadas en el caso.
El ecuatoriano, quien reside actualmente en Bolivia, dijo que también falta la publicación en la Gaceta Oficial del Estado de la sentencia de la CorteIDH y la divulgación de su resumen en un diario de amplia circulación en Panamá y otro en Ecuador.
«El Estado panameño al no cumplir está generando un mal precedente para los derechos humanos en el mundo, en el continente y los inmigrantes estaríamos condenados de vivir al margen de la justicia», puntualizó Vélez.
La CorteIDH aseguró en la sentencia del 2010 que Vélez «sufrió física y emocionalmente a causa de la privación arbitraria de su libertad, por las condiciones crueles, inhumanas y degradantes a las que estuvo sometido durante su detención» y que fue «sometido a un proceso migratorio sin las debidas garantías».
Los jueces determinaron que Panamá es responsable por violaciones a los derechos de libertad personal, garantías judiciales, principio de legalidad y a la integridad personal, y además que incumplió la obligación de garantizar, sin discriminación, el derecho de acceso a la Justicia. EFE