Maduro busca el apoyo de los pobres con la detención de Ledezma

En esta fotografía de archivo del 26 de noviembre de 2008, Antonio Ledezma, recién elegido alcalde de Caracas, y su esposa Mitzy Capriles hacen el gesto de la victoria ante sus partidarios y la prensa en Caracas, Venezuela. El gobierno del presidente Nicolás Maduro arrestó a Ledezma en febrero de 2015. (Foto AP/Carlos Hernández, archivo)

Venezuela (AP) — El presidente venezolano Nicolás Maduro parece haber elegido cuidadosamente a su enemigo más reciente.

Aunque el arresto de Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, generó manifestaciones espontáneas y atrajo la condena internacional, también le sirvió de recordatorio a muchos venezolanos de lo que más les disgustaba sobre los políticos predecesores de Maduro y de su fallecido mentor Hugo Chávez, en momentos en que el gobierno socialista enfrenta una crisis económica que ha provocado un desplome en la popularidad del mandatario.

Durante el último año, el atribulado gobierno de Maduro ha arrestado a varios políticos de oposición y a directivos empresariales, acusándolos de conspirar para desestabilizar al gobierno.

Sin embargo, a ninguno le queda el papel de ser el malo del cuento tan bien como a Ledezma, que ingresó a la política cuando tenía poco más de 20 años y con el paso del tiempo ha amasado una serie de pasivos políticos, de los cuales uno de los principales es su relación cercana con el ex presidente Carlos Andrés Pérez.

Pérez aprovechó un auge petrolero en la década de 1970 que impulsó la influencia de Venezuela en el escenario mundial. Sin embargo, una década después, su segundo período como presidente terminó con un juicio político y exilio luego que una serie de reformas económicas respaldadas por Washington desataron una agitación sin precedentes.

Ledezma era el gobernador del ahora desaparecido Distrito Federal, puesto para el que Pérez lo había elegido, durante los disturbios de 1989 conocidos popularmente como el Caracazo. Cientos de personas murieron luego de que la policía disparó indiscriminadamente contra venezolanos que salieron a las calles para protestar por un impopular aumento de precios a la gasolina y otras medidas de austeridad.

Maduro se refiere a Ledezma como el «vampiro», y ha aprovechado la relación que éste tenía con Pérez para acusar al político de 59 años de ser una reliquia de la así llamada Cuarta República, un término creado por Chávez para describir una democracia falsa, dominada por las élites, que excluyó a los pobres de la toma de decisiones durante décadas antes de que Chávez fuera elegido presidente en 1999 y comenzara a desplazar al país hacia la izquierda.

De hecho, incluso mientras una generación más joven de líderes de oposición se distanció de la corrupción del sistema bipartidista del pasado, Ledezma permaneció leal a su mentor y fungió como portador de su féretro en su funeral en 2010, efectuado en Miami. Su oficina está llena de fotografías en que aparecen juntos.

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