El partido de Rousseff acusa a la oposición de organizar cacerolazos

La presidenta brasileña Dilma Rousseff. (Foto AP/Eraldo Peres)

Río de Janeiro, 9 mar (EFE).- El Partido de los Trabajadores (PT), formación de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, acusó hoy a la oposición de «orquestar» los cacerolazos registrados en varias ciudades del país en la noche del domingo durante un discurso de la mandataria.

Los cacerolazos y los abucheos se produjeron, según la prensa local, en barrios de clase media y alta de al menos doce capitales regionales durante una declaración de Rousseff en televisión para defender las medidas de austeridad que está tomando el Gobierno para reflotar la economía.

El vicepresidente del PT, Alberto Cantalice, afirmó en un comunicado que las protestas del domingo responden a «una orquestación con sesgo golpista que parte principalmente de los sectores de la burguesía y de la clase media alta».

Según el PT, las protestas fueron organizadas y «financiadas» por partidos de la oposición y «fracasaron», puesto que no se generalizaron «y no repercutieron en las áreas populares».

El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal fuerza opositora del país, salió al paso de las acusaciones realizadas en la mañana por el PT y subrayó que los cacerolazos fueron «espontáneos».

«El PT continúa intentado tapar el sol con el colador al responsabilizar a la oposición por las repetidas, y cada vez más frecuentes, manifestaciones críticas al Gobierno. Son manifestaciones que nacen de forma espontánea en diversos sectores de la sociedad que se sienten engañados», señaló hoy el senador opositor Aecio Neves en un comunicado.

Para Neves, «las manifestaciones que ocurren en las redes sociales, en los cacerolazos y en las calles no defienden una tercera vuelta», como denunció hoy Rousseff.

«Son manifestaciones espontáneas y democráticas», añadió.

En su mensaje a la nación el domingo, Rousseff pidió a los brasileños comprensión y «paciencia» por las medidas de austeridad que el Gobierno está adoptando para reflotar la economía, contener la inflación y corregir el déficit récord en las cuentas púbicas.

La mandataria atribuyó las dificultades que el país atraviesa a la crisis internacional y a la sequía histórica que afecta al sureste del país y que ha encarecido los alimentos y el precio de la electricidad, que en Brasil se produce mayoritariamente en centrales hidroeléctricas.

Neves, candidato en las elecciones presidenciales del pasado octubre derrotado por Rousseff, acusó a la jefa de Estado de «inventar chivos expiatorios» y «tercerizar responsabilidades que son exclusivamente de su Gobierno», en un comunicado publicado la noche del domingo.

Varios grupos opositores han convocado manifestaciones en decenas de ciudades brasileñas el próximo domingo para pedir la «destitución» de Rousseff, que inició su segundo mandato el pasado 1 de enero.

Dos días antes, el próximo viernes, los sindicatos y movimientos sociales afines al Gobierno han convocado otras marchas similares «en defensa de los derechos de la clase trabajadora, de Petrobras, de la democracia y de la reforma política». EFE

Más relacionadas