Ejército iraquí prepara su último asalto contra los «suicidas» de Tikrit

En esta imagen fija tomada de un video muestra a soldados disparando hacia un objetivo en Tikrit, Irak, el 11 de marzo de 2015. (AP Foto)

Bagdad, 15 mar (EFE).- El Ejército iraquí se prepara a lanzar una guerra callejera para doblegar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) que permanecen atrincherados en la estratégica ciudad de Tikrit, asediada por las tropas gubernamentales y milicianos desde el pasado lunes.

El portavoz del Ejército, capitán Alaa al Aidani, dijo a Efe que el asalto contra los yihadistas en Tikrit, a unos 150 kilómetros al norte de Bagdad, esta en suspenso a la espera de que lleguen fuerzas especiales entrenadas en la guerra urbana.

«Estamos esperando que llegue gente que tiene más experiencia en lucha en las zonas urbanas y pobladas», explicó Al Aidani, para quien los yihadistas que resisten en la ciudad son «suicidas» que no han querido abandonar la urbe, asediada por las tropas leales a Bagdad por todos los flancos.

Al Aidani señaló que la próxima fase de la liberación de Tikrit, capital de la estratégica provincia de Saladino, se caracterizará por una lucha calle a calle, en la que se priorizará evitar bajas entre las fuerzas iraquíes y los civiles.

El portavoz explicó a Efe que los refuerzos militares se dedicarán también a la desactivación del «gran número de minas, artefactos y coches bomba» colocados por los yihadistas, con los que lograron bloquear el avance de las fuerzas de infantería.

El pasado 9 de marzo, el Ejército iraquí lanzó un asalto para arrebatar Tikrit a los yihadistas del EI, en una ofensiva en la que participan alrededor de 30.000 efectivos, gran parte de ellos pertenecientes a las milicias chiíes de voluntarios conocidas como «La Multitud Popular».

Respecto a esas milicias, Al Aidani precisó que están teniendo un papel «decisivo» en la batalla de Tikrit, porque «luchan por fe», algo que, en su opinión, falta en muchos ejércitos.

Además, explicó que cientos de voluntarios de los clanes suníes de las zonas periféricas, como Al Dur y Al Alam, se han unido recientemente a las fuerzas que combaten a los yihadistas.

Ayer, el dirigente chií iraquí y portavoz de «La Multitud Popular» Karim al Nuri aseguró que Tikrit sería liberada en 72 horas de la presencia de los yihadistas, que resisten el avance de las fuerzas leales a Bagdad desde el pasado lunes.

Por otra parte, el presidente de la comisión de Seguridad y Defensa del Parlamento iraquí, Hakem al Zamli, dijo hoy que una fuerza de combate de la milicia Saraya al Salam (Las brigadas de la paz), que depende del poderoso clérigo chií Muqtada al Sadr, se dirigió a Tikrit para participar en su liberación del control de los yihadistas.

AL Zamli declaró a la prensa que estas brigadas están especialmente entrenadas para participar en el «ataque decisivo» por el control de Tikrit.

La provincia de Saladino se considera una región estratégica en la lucha contra el EI ya que se encuentra a mitad de camino entre Mosul, principal feudo yihadista, y la capital, Bagdad.

Además está región septentrional es un importante nudo de comunicaciones entre varias provincias del norte y del sur, así como del este y del oeste del país.

Por otra parte, las fuerzas de seguridad hallaron hoy, gracias a la colaboración de la población local, dos fosas comunes en una zona ubicada entre las poblaciones de Albu Oyeil y Al Alam, a unos 15 kilómetros al noreste de Tikrit.

Una fuente policial dijo a Efe que las autoridades iraquíes abrieron una de las dos fosas, con un numero indeterminado de cadáveres, y recogieron una muestra de ADN de una de las víctimas para proceder a su identificación.

Después de que en junio pasado el EI conquistó amplias zonas de Irak y proclamó un califato, el grupo practicó ejecuciones sumarias de los integrantes de las fuerzas iraquíes, las milicias chiíes y los miembros de algunos clanes tribales suníes que les apoyan.

En una de esas masacres, cientos de reclutas del Ejército desaparecieron o fueron ejecutados cuando el grupo yihadista se hizo con el control de la base aérea de Spiker, situada a 10 kilómetros al noroeste de Tikrit.

Asimismo, en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, un bombardeo de la coalición internacional contra una sede del EI en la zona de Rawa causó la muerte de al menos ocho yihadistas y otros cinco resultaron heridos.

Además, el ataque destruyó un vehículo cargado de armas que estaba aparcado cerca de la sede, así como otro material militar del grupo radical. EFE

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