Negociación nuclear con Irán se torna impredecible pese a progresos

El Secretario de Estado John Kerry. (AP Photo/Charles Dharapak)

Lausana (Suiza)(EFE).- El resultado de la negociación nuclear entre Irán y Estados Unidos se ha tornado impredecible en vista de los mensajes contradictorios de participantes clave sobre los progresos alcanzados y la posibilidad de prolongar en dos días la actual ronda de conversaciones.

El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, comentó ante un grupo de periodistas que se han registrado avances, pese a que discutieron «ciertos temas difíciles».

La delegación iraní, por su parte, ha utilizado diversas vías para dar a entender que lo que queda por resolver es escaso frente al conjunto, aunque no ha negado que se trata de cuestiones complejas y sobre las que persisten las divergencias.

Como lo expresó hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yazad Zarif, queda «mucho trabajo» por delante, con lo que todavía no está claro si las negociaciones se suspenderán mañana o -en caso de ver claramente que es posible un acuerdo- proseguirán hasta el domingo.

Todas las partes han señalado que están dispuestas a pasar el fin de semana en Lausana si se requiere.

Hace dos días, el director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali-Akbar Salehi, quien lidera la negociación desde el punto de vista científico-tecnológico, señaló que se habían resuelto el «90 por ciento» de los aspectos técnicos, lo que de inmediato disparó las expectativas sobre la inminencia de un acuerdo.

Sin embargo, un diplomático europeo que ha estado en la mesa de negociaciones sostuvo hoy: «Cuando los iraníes dicen que estamos muy cerca de un acuerdo, pienso que no es cierto».

«Nadie sabe lo que pasará mañana, es una negociación que evoluciona día a día», explicó.

Durante la tarde aparecieron informaciones sobre la existencia de un borrador de acuerdo, pero funcionarios de la delegación estadounidense y más tarde la propia Casa Blanca negaron que tal documento esté circulando entre las seis potencias que forman el Grupo 5+1, con las que Irán negocia desde hace una década.

Del ritmo de las negociaciones de hoy puede entenderse que su intensidad aumentó, ya que -a diferencia de días anteriores- no se vio a los principales negociadores tomarse un respiro, entre reunión y reunión, en la espectacular terraza del hotel donde negocian.

Desde ayer, las negociaciones son regularmente a tres bandas, entre Estados Unidos, Irán y la Unión Europea, que está representada por la directora política de su Servicio de Acción Exterior, Helga Schmid.

Las delegaciones de China y Rusia han mantenido únicamente reuniones bilaterales o trilaterales con Irán o con países del Grupo 5+1, pero todavía no hubo una reunión plenaria que haya reunido a los seis con el equipo negociador iraní.

Entre las cuestiones que, según diversas versiones, estarían resueltas o muy avanzadas está la relacionada con la producción de material fisible, que, enriquecido hasta el 5 %, sirve para la producción eléctrica u otros fines civiles, pero que al 20 % está cerca de lo necesario para convertirse en el núcleo de una bomba atómica.

El acuerdo nuclear provisional alcanzado en noviembre de 2013 -que debe ser reemplazado por el que se negocia actualmente y que será de largo plazo- permite a Irán enriquecer uranio hasta el 5 %, pero si estas negociaciones fracasaran podría volver rápidamente al 20 % de antes.

Según un negociador estadounidense especializado en el aspecto de tecnología nuclear, las discusiones con Salehi y sus asesores han sido «extremadamente profesionales» y han permitido «identificar las cuestiones técnicas, aclararlas, afinarlas y ver cuáles son las opciones sobre la mesa para un posible acuerdo».

En este ámbito, distintos negociadores han coincidido en que la capacidad de investigación y desarrollo que podrá mantener Irán una vez el acuerdo entre en vigor se ha convertido en uno de los puntos de estancamiento.

Para conducir sus operaciones de investigación, Irán necesita mantener operando cierto tipo de centrifugadoras, lo que va más allá de lo que Estados Unidos está dispuesto a aceptar.

Un miembro de la delegación iraní recordó a ese respecto que el programa nuclear de su país «se basa en el conocimiento» y, en la medida en que Irán pueda conservarlo y progresar en él, podrá igualmente mantener vivo su potencial.

Las sanciones financieras y comerciales contra Irán y la forma como serán eliminadas -si inmediatamente tras la entrada en vigor de un eventual acuerdo o al cabo de varios años- son dos asuntos en los que también persisten desacuerdos de talla.

La idea de estadounidenses y europeos sería empezar con las restricciones a la exportación de petróleo hacia esos últimos, pero a Irán le interesa que también se levante rápidamente el bloqueo a sus transacciones financieras internacionales, que son un gran activo para su economía. EFE

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