Bruselas, 25 mar (EFE).- La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) expresó hoy su «preocupación» por un nuevo supuesto ataque con sustancias químicas en el norte de Siria y recordó que su misión de investigación continúa en ese país en conflicto.
«Hemos estado siguiendo los recientes informes que sugieren que pueden haberse utilizado químicos tóxicos en la provincia de Idlib, en Siria. Esto es un asunto de gran preocupación», declaró en un comunicado el director general de la OPAQ, Ahmet Üzümcü.
Üzümcü hizo hincapié en que la organización ha decidido dar continuidad a su misión de investigación en Siria, que tiene el mandato de «examinar todas las alegaciones serias de utilización de químicos tóxicos para propósitos hostiles» en ese país.
«La continuación del trabajo de la misión fue aprobada por el Consejo Ejecutivo de la OPAQ y la resolución 2209 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», apuntó.
Grupos opositores denunciaron hoy un supuesto ataque con sustancias químicas, del que acusaron a las autoridades sirias, en la localidad de Binish, en la provincia septentrional de Idleb.
El presidente de la opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS), Jaled Joya, señaló en un comunicado que la aviación del régimen de Bachar al Asad lanzó ayer barriles de explosivos con gas cloro en esa población.
La semana pasada, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que al menos seis personas murieron, entre ellas tres menores, y varias decenas resultaron heridas en un ataque aéreo del régimen en Sarmin, en el que, según opositores, se empleó gas cloro.
A principios de este mes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que condenaba el uso de sustancias químicas en el conflicto sirio.
En septiembre pasado, la OPAQ y la ONU dieron por desmantelado el arsenal químico declarado por el régimen de Damasco, tras el envío de una misión conjunta de expertos a suelo sirio el año anterior.
Esa misión se desplegó en Siria en octubre de 2013, después de un ataque químico dos meses antes en las afueras de Damasco del que Estados Unidos culpó al Gobierno sirio, que lo negó rotundamente. EFE [I]