Yemen: hutíes resisten ofensiva que provoca cientos de muertos

Yemen.

Saná, 9 abr (EFE).- El movimiento rebelde chií de los hutíes sigue oponiendo resistencia a los bombardeos de la coalición árabe después de dos semanas de ataques contra sus posiciones en el Yemen y durante los que han fallecido centenares de personas.

El portavoz del Ejército yemení leal a los hutíes, Sharaf Luqman, cifró en más de 1.000 muertos y 15.000 heridos las víctimas que ha provocado la ofensiva liderada por Arabia Saudí, que comenzó el pasado 26 de marzo.

Luqman añadió que esa cifra incluye a 200 niños y menores de edad, 40 mujeres -algunas embarazadas- y 20 ancianos.

Varias ONG cercanas al movimiento chií detallaron que hay al menos 445 civiles entre los muertos y 1.040 entre los heridos.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ofreció ayer también su recuento de víctimas, que fue más conservador que el de los hutíes.

La OMS dijo que al menos 643 personas han muerto y 2.226 han resultado heridas por el conflicto en el país desde el día 19 de marzo (una semana antes del recuento chií), cuando los rebeldes hutíes atacaron el Palacio Presidencial de la ciudad meridional de Adén, donde se refugiaba el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.

Además, el portavoz hutí añadió que los bombardeos de la coalición árabe han destruido más de un millar de viviendas, de forma parcial o total, y un centenar de «instalaciones vitales» como fábricas, cuarteles, aeropuertos, puentes, escuelas y mezquitas.

Según Luqman, «este ataque brutal de la coalición revela el odio profundo del régimen de Al Saud (Arabia Saudí) hacia el pueblo del Yemen«.

En estas dos semanas de bombardeos y combates, la situación humanitaria, ya de por sí difícil en el país más pobre de la península Arábiga, se ha agravado de manera muy importante, según aseveran diversas organizaciones humanitarias internacionales que trabajan sobre el terreno.

Estas denuncian la urgente necesidad de que pueda llegar cuanto antes la mayor cantidad de ayuda humanitaria posible.

Ayer, dos barcos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de Médicos Sin Fronteras (MSF) lograron atracar en el puerto de Adén, cargados con material sanitario y varios equipos médicos para apoyar a los desbordados hospitales.

Hoy, en un mensaje en la red social Twitter, MSF informó de que su centro sanitario en la zona corre el riesgo de que se agote el material, por lo que se congratuló de la llegada de los nuevos suministros y del equipo médico.

Sin embargo, MSF aseguró que, debido a la continuación de la violencia que provoca grandes cantidades de heridos, se necesita más material y personal.

Tanto el CICR como MSF están teniendo problemas para enviar más ayuda humanitaria, pese a que tienen preparados refuerzos, listos para llegar al Yemen.

Afirman que, cuando parece que las autoridades de las partes implicadas en el conflicto están emitiendo los permisos necesarios, la dificultad está ahora en encontrar aerolíneas que quieran ofrecer sus aviones a las organizaciones para hacer llegar la ayuda.

Por otra parte, los hutíes anunciaron hoy la toma de la ciudad de Ataq, capital de la provincia meridional de Shebua, según informó la agencia oficial de noticias, Saba, controlada por el grupo chií.

Los rebeldes aseguraron que sus fuerzas, apoyadas por milicias leales al expresidente yemení Alí Abdalá Saleh, liberaron la urbe del control de miembros del grupo terrorista Al Qaeda y de las milicias partidarias de Hadi.

Sin embargo, fuentes tribales dijeron a Efe que los rivales al grupo chií tienen rodeada la ciudad y que su retirada de Ataq fue táctica.

Si se confirma el control de Ataq, se trataría de la única capital provincial del sur del país en manos de los rebeldes hutíes, que dominan otra siete provincias desde hace meses y también la capital del país, Saná.

El principal objetivo de los rebeldes chiíes en estos momentos es hacerse con el control de Adén, donde siguen los combates.

Por otra parte, desde Riad, el portavoz de la coalición árabe, Ahmed al Asiri, volvió a participar en los habituales cruces de acusaciones entre bandos.

Esta vez, acusó a los rebeldes chiíes de almacenar armas en hogares de civiles y afirmó que obtienen ayuda de Irán «desde su formación».

En ese sentido, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo ayer que su país «no se quedará de brazos cruzados» si Irán se implica en el conflicto en Yemen, algo de lo que la coalición árabe (de mayoría suní) acusa a la República Islámica (chií) desde el inicio de la contienda. EFE [I]

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