Ucrania trata de borrar su pasado comunista

En esta imagen de archivo del 8 de mayo de 2015, un trabajador instala una corona de amapolas sobre el monumento a la Patria, de 102 metros, en Kiev, Ucrania, para conmemorar la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. El escudo de la Madre Patria lleva el símbolo comunista de la hoz y el martillo en el escudo, pero puede que no por mucho tiempo. El gobierno ucraniano quiere mostrar una imagen de reconstrucción del país y borrar todos los recuerdos visibles del pasado comunista, lo que según dicen es un paso importante hacia ese objetivo. (AP Foto/Efrem Lukatsky, Archivo)

KIEV, Ucrania (AP) — Una gigantesca escultura de acero de una victoriosa guerrera alza la espalda y el escudo en gesto majestuoso sobre la capital ucraniana. El monumento a la Madre Patria muestra en su escudo el martillo y la hoz comunistas, pero puede que no por mucho tiempo.

El gobierno ucraniano se esfuerza por dar la imagen de que reinventa a la nación. Y borrar todos los recordatorios visibles del pasado comunista, afirma, es un paso importante hacia ese objetivo.

«La eliminación del comunismo debe ocurrir en la mente y la consciencia de la gente», afirmó el vicealcalde de Kiev, Oleksiy Reznikov. «El simbolismo irrita a algunas personas y crea un cierto aura del que tenemos que librarnos».

El parlamento ucraniano abrió su periodo de sesiones el mes pasado apoyando un paquete de leyes que incluye una prohibición poco concreta sobre las imágenes e ideología comunista y nazi. Las cláusulas, que aún requieren la aprobación del presidente, Petro Poroshenko, ilegalizarán mostrar símbolos de la era soviética como el logotipo del Partido Comunista o interpretar himnos soviéticos. También será un delito negar la naturaleza criminal del régimen soviético.

Retirar todos los símbolos comunistas llevará tiempo, dinero y una buena dosis de acrobacias, especialmente en piezas como el monumento a la Madre Patria, de 100 metros de altura.

«Necesitaremos patriotas alpinistas, como los famosos que pintaron una estrella en el tejado de un hotel de Moscú de color amarillo y azul», dijo Reznikov, en alusión a los colores de la bandera ucraniana. «Pediremos ayuda de valientes como esos para hacer este trabajo».

Durante el último año, nacionalistas ucranianos se han adelantado a las autoridades derribando docenas de estatuas de Vladimir Lenin, el revolucionario bolchevique y fundador de la Unión Soviética. Por lo general, estas escenas han provocado una mezcla de alborozo, indiferencia o, en el caso sobre todo de la gente mayor, consternación.

La iniciativa ha provocado una gran división. Sus defensores alegan que se ha retrasado mucho y creará el escenario para que Ucrania deje a su historia atrás.

«Me había librado de todo hace años. Simplemente no refleja la posición del pueblo ucraniano», dijo el vecino de Kiev Vasiliy Babkov. «Tenemos que construir algo que de verdad esté en la sangre de los ucranianos».

Pero otros, como Halyna Coynash, periodista y miembro del Grupo Jarkov de Protección de Derechos Humanos, dijo que algunas medidas corren el riesgo de regresar a la censura de la era comunista. Ella ve especialmente peligrosa una medida que prohíbe cualquier afirmación positiva de la era soviética.

«Han terminado con una ley que pone en serio peligro la libertad de expresión», afirmó Coynash.

Hay un gran apoyo a los planes para desmantelar los emblemas soviéticos y renombrar las calles en honor de personas que se sabe participaron en la maquinaria de represión soviética. Pero también abundan los reparos.

«Decir que la gente no puede llevar una estrella roja o incluso tener un martillo y una hoz en su ropa», dijo Coynash, «es bastante absurdo en realidad».

Las infracciones reiteradas podrían conllevar penas de cárcel de varios años, lo que también es una fuente de preocupación.

«Penas de hasta cinco años de cárcel por cualquier muestra de símbolos nazis o comunistas son, de forma manifiesta e innegable, una violación de los estándares de derechos humanos internacionales», afirmó Volodymir Yavorsky, experto del Grupo de Protección de Derechos Humanos en un artículo analizando las leyes.

A la campaña contra las leyes anticomunistas se han unido las docenas de firmantes de una carta a Poroshenko en la que le pedían que rechace el paquete de medidas, aprobado en el Parlamento sin mucho debate.

«Por noble que sea la intención, la condena completa de todo el periodo soviético como una era de ocupación de Ucrania tendrá consecuencias injustas e incongruentes», indicó la misiva, firmada por docenas de historiadores ucranianos e internacionales.

La carta alega que la ley es tan amplia que podría castigar a cualquiera que escriba algo positivo sobre cualquier política introducida durante los 74 años de gobierno comunista.

«Cualquiera que llame la atención sobre el desarrollo de la cultura y el idioma ucranianos en la década de 1920 podría verse condenado», indicó el texto.

Una cláusula especialmente polémica podría hacer ilegal la justificación de hechos históricos de represión de los movimientos independentistas ucranianos en el siglo XX.

Entre esos movimientos está la Organización de Nacionalistas Ucranianos liderada por el líder insurgente de la II Guerra Mundial Stepan Bandera, que se alió brevemente con los nazis. En sus esfuerzos por labrar un territorio independiente para ucrania, las tropas lideradas por Bandera perpetraron atrocidades contra soviéticos, polacos y judíos por igual.

El nombre de Bandera equivale a una palabra malsonante para muchas personas de etnia rusa o rusófonos en el este de Ucrania, donde las tropas del gobierno luchan desde el año pasado con separatistas respaldados por Rusia en una guerra que ya se ha cobrado más de 6.000 vidas.

Y Rusia ha amenazado con más problemas para Ucrania si las medidas anticomunistas siguen adelante.

«Los intentos de Kiev de distorsionar el pasado del país e ignorar los progresos alcanzados en los periodos ruso y soviético sólo llevarán a una mayor división de la sociedad», afirmó el Ministerio de Exteriores en Moscú en un comunicado en abril. «Hacerlo imponiendo ideologías nacionalistas sólo arrojará dudas sobre las perspectivas de Ucrania como estado». (I)

Por PETER LEONARD, Associated Press

 

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