Golpe de Estado contra presidente de Burundi por intentar tercer mandato cuando la Constitución le permite dos

Manifestantes celebran un supuesto golpe de estado en Bujumbura, Burundi, el 13 de mayo del 2015. (AP Foto/Berthier Mugiraneza)

Buyumbura, 13 may.- El Ejército de Burundi intentó hoy derrocar al presidente del país, Pierre Nkurunziza, para atajar la ola de violentas protestas en contra de la decisión del mandatario de volver a presentarse como candidato en las elecciones de junio.

Tras semanas de disturbios en los que han muerto al menos 20 personas y 200 han resultado heridas, el general Godefroid Niyombare anunció hoy, en nombre del Ejército, la «destitución» de Nkurunziza «por el bien de la nación», a través de una emisora local privada.

El militar es un antiguo jefe de inteligencia destituido por Nkurunziza el pasado febrero, tras haber criticado sus aspiraciones a un tercer mandato, pese a que la Constitución los limita a dos.

El general dijo que hablaba, además, como portavoz de un órgano de transición al que se refirió como «Comité para el restablecimiento de la concordia nacional temporal», integrado por el Ejército y la sociedad civil.

El comité había sido creado por el Ejército y las «fuerzas vivas de la nación» con la finalidad de restablecer «la unidad nacional», dijo el militar, sin precisar qué funciones asumiría este órgano tras el supuesto derrocamiento.

«El presidente Pierre Nkurunziza ha sido destituido de sus funciones. El Gobierno se ha disuelto. Las secretarías permanentes de los ministerios garantizarán su funcionamiento», precisó el general.

Las Fuerzas Armadas burundesas condenaron la «violencia» y «el cinismo» de Nkurunziza y justificaron su caída en «el bien de la nación», que ya han abandonado más de 70.000 personas, refugiadas en los países vecinos, según los últimos datos de Naciones Unidas.

Los militares aprovecharon la ausencia del país del mandatario, que participaba en una cumbre junto a los otros presidentes del este de África para buscar una solución a la crisis de Burundi en Dar es Salaam, la capital comercial de Tanzania. Soldados del ejército rodearon el edificio de la radio estatal pero no estaba en claro inmediatamente a qué bando apoyaban.

Los líderes de la Comunidad de África Oriental (EAC, en sus siglas en inglés) culminaron el encuentro con un mensaje de condena del golpe de Estado en Burundi y exigiendo el retorno al orden constitucional.

Pero Nkurunziza abandonó la cumbre antes de que concluyera en dirección a Buyumbura, tras hacer público un comunicado en el que tildaba de «fantasioso» el golpe de Estado, su única reacción oficial desde la insurrección militar.

Según el texto presidencial, los golpistas «serán perseguidos por las fuerzas de Defensa y Seguridad para ser llevados ante la justicia».

«Todo se llevará a cabo de modo que se mantenga la seguridad en todo el territorio nacional», zanjaba el comunicado.

Sin embargo, el Ejército tomó el control del aeropuerto de Buyumbura y ordenó el cierre de las fronteras aéreas terrestres poco después, al parecer antes de que el avión de Nkurunziza aterrizara en la capital.

Su vuelo volvió a Dar es Salaam, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), aunque todavía su destino no ha sido confirmado de forma oficial.

Este golpe de Estado se produce tras semanas de violentas protestas que han llevado a la calle a miles de burundeses contra la decisión del hutu Nkurunziza de aspirar a un tercer mandato en las elecciones del próximo junio, lo que un amplio sector de la población y la oposición considera ilegal.

Sin embargo, el Tribunal Constitucional dictaminó favorablemente porque la primera vez que fue nombrado presidente fue elegido por el Parlamento, y no por sufragio directo.

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado así grandes temores en gran parte de la población burundesa -pertenecientes fundamentalmente a los tutsi, etnia minoritaria del país- que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005).

Un despacho de AP, a mediodía del martes, reporta que la policía trata de impedir que los manifestantes entraran en el distrito central de la capital.

Un periodista de Associated Press estaba presente cuando un policía efectuó unos cinco disparos contra los manifestantes en Bujumbura. No quedó en claro si hizo impacto en alguien. Un último reporte de la BBC dice que dos manifestantes han muerto.

Reporteros de la BBC en la capital dicen que los manifestantes irrumpieron en la cárcel nacional y liberado a los detenidos por las protestas, antes de incendiar el edificio.

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Con despachos de EFE y AP.

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