Cruentos enfrentamientos en Burundi por reelección presidencial

Manifestantes de la oposición y otros levantan los brazos al ser confrontados por la policía en Bujumbura, la capital de Burundi, el lunes 27 de abril de 2015. Por lo menos seis personas perdieron la vida en enfrentamientos entre la policía y civiles que se manifestaban contra el intento del presidente de postularse a un tercer período, dijo el lunes un portavoz de la Cruz Roja de Burundi, mientras cientos seguían protestando en la capital a pesar de la fuerte presencia militar. (Foto AP/Eloge Willy Kaneza)

Buyumbura, 14 may (EFE).- Los militares que intentaron ayer dar un golpe de Estado contra el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, y fuerzas leales al mandatario se enfrentaron hoy en una jornada en la que aumentó la violencia y la confusión en el país, donde el Gobierno insiste en el fracaso del levantamiento.

Nkurunziza, quien seguía en Tanzania al continuar cerradas las fronteras de Burundi por parte del Ejército, volvió a hablar del fracaso del golpe de Estado anunciado ayer por un general para atajar la ola de violentas protestas contra las aspiraciones del presidente de aspirar a un tercer mandato.

«Pido a todos los burundeses que mantengan la calma en esta clara impostura. La situación está bajo control y el orden constitucional será salvaguardado», aseveró Nkurunziza a través de su perfil oficial en Twitter.

Sin embargo, durante la mañana crecieron los enfrentamientos entre distintas facciones del Ejército en la capital, Buyumbura, donde se escucharon grandes explosiones, según pudo constatar Efe.

Militares golpistas y partidarios de Nkurunziza han luchado por el control de la radiotelevisión nacional de Burundi (RTNB), cerca de cuya sede se lanzaron granadas, informaron medios locales.

Sus emisiones cesaron tras violentos enfrentamientos en los alrededores de la radio, cuyos accesos siguen controlados por los golpistas, según fuentes próximas a la emisora.

Antes del cierre de la cadena, RTNB emitió un mensaje del presidente y del Jefe del Estado Mayor del Ejército, Prime Niyongabo, quien pidió a los militares que pongan fin a la insurrección.

Todavía desde Tanzania, Nkurunziza llamó por teléfono a la emisora para insistir en que el intento golpista había fracasado y volver a pedir a los burundeses que mantuvieran la calma.

El resto de radios privadas burundesas también han dejado de transmitir y han sido clausuradas.

Entre ellas la radio privada Bonesha, que también retransmitió el discurso del general Niyombare y fue atacada anoche con artillería.

Reunido de urgencia ante la escalada de violencia, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana emplazó a las partes a un alto el fuego para iniciar negociaciones de paz, tras lo que calificó como un «intento» de golpe de Estado contra el presidente.

La organización panafricana condenó el levantamiento y desplegará una misión de paz en el país, pero no se pronunció sobre la conveniencia de que Nkurunziza ceda el poder o deponga su candidatura en las presidenciales de julio, algo que la oposición considera ilegal porque la Constitución limita a dos los mandatos.

Las celebraciones en las que numerosos burundeses tomaron ayer las calles de capital tras anunciarse el golpe de Estado dejaron paso hoy a una ciudad fantasma, en la que pocos ciudadanos se atrevieron a salir a la calle y los comercios permanecieron cerrados.

Nkurunziza, quien viajó ayer a Dar es Salaam para participar en un reunión de los líderes de la Comunicad Económica África del Este (EAC) horas antes de que se anunciara su derrocamiento, permaneció hoy en Tanzania, según confirmaron a Efe fuentes aeroportuarias.

El presidente intentó ayer regresar a Burundi tras conocer el pronunciamiento militar, pero su avión tuvo que regresar a Dar es Salaam porque el Ejército cerró el aeropuerto y las fronteras.

Durante las últimas dos semanas, al menos 20 personas han muerto en las protestas contra las aspiraciones del presidente a un tercer mandato, opción que hace días fue avalada por el Tribunal Constitucional porque la primera vez que fue nombrado fue elegido por el Parlamento y no por sufragio directo.

La candidatura del hutu Nkurunziza ha suscitado grandes temores en parte de la población burundesa, sobre todo entre los tutsi, etnia minoritaria del país, que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005). EFE

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