La república popular de Donetsk no es parte de Ucrania, afirma su líder

Alexandr Zajárchenko

El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), Alexandr Zajárchenko, afirmó hoy que la entidad separatista no es parte de Ucrania y abogó por unas relaciones en pie de igualdad con Kiev.

«No somos una autonomía ni una unidad federada de Ucrania, somos un estado independiente», subrayó Zajárchenko en una rueda de prensa en Donetsk, el principal bastión de los prorrusos en el este de Ucrania.

El líder secesionista indicó que lo importante es conseguir que Ucrania «respete la independencia» de la RPD y «resolver todos los asuntos en pie de igualdad».

Aunque señaló que debe aprovecharse la más mínima posibilidad de lograr un acuerdo pacífico al conflicto, recalcó que la liberación del territorio de la región de Donetsk de las tropas ucranianas está en el orden del día.

«Nuestra misión consiste en liberar nuestro territorio por todos los medios y garantizar su defensa», dijo Zajárchenko, quien añadió que la RPD cuenta con un ejército combativo, que «ha pagado con sangre» su veteranía.

Subrayó que más del 90 por ciento de los efectivos de la milicias de Donetsk son oriundos de la región, aunque reconoció la presencia de voluntarios extranjeros, que estimó entre el 7 y el 8 por ciento del total de combatientes.

«Junto con nosotros han combatido voluntarios procedentes de Rusia y otros países cercanos, así como de Estados Unidos, Brasil, Francia y España, de países libres y democráticos», precisó el líder de RPD, quien añadió que se trata de «hombres que rechazan el nazismo y el fascismo».

Según el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, unos 11.000 soldados rusos combaten del lado de los separatistas en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, extremo que el Kremlin ha negado de manera terminante.

Zajárchenko comparó las pérdidas económicas sufridas por la RPD con las ocasionadas a la región durante la Segunda Guerra Mundial.

«El 90 por ciento de las empresas industriales paralizaron sus labores, el 70 por ciento quedaron dañadas y algunas fueron totalmente destruidas», precisó.

Hace hoy tres meses entró en vigor un alto fuego, el primer punto de un plan de paz para el este de Ucrania que incluye la retirada del armamento pesado y la creación de una franja de seguridad a lo largo de la línea de separación de fuerzas, además de una serie de medidas en el ámbito político.

Sin embargo, aunque la tregua se cumple en términos generales, continúan las hostilidades, de las que las partes en conflicto se acusan mutuamente.

Según los últimos datos de la ONU, más de 6.200 personas, entre combatientes y civiles, han perdido la vida en el conflicto y más de 14.000 han resultado heridas. EFE (I)

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