El escritor Hwang Sok-yong cree que las dos Coreas se reunificarán en 10 años

Hwang Sok-yong

El ser escritor y las difíciles circunstancias de su vida han dado al coreano Hwang Sok-yong una «mentalidad libre» que le sitúan más allá de la frontera entre Norte y Sur, que para él no existe, y que confía que desaparezca en 10 años, cuando cree que estarán reunificadas las dos Coreas.

Firme defensor del establecimiento de relaciones entre los dos países, un viaje a Corea del Norte supuso para Hwang Sok-yong el exilio y la condena a 5 años de cárcel en Corea del Sur.

En esta estancia en prisión le ayudó mucho el ser escritor, explica en una entrevista con Efe el autor, que se encuentra en Madrid con motivo de la publicación en español de su novela «Bari. La Princesa abandonada» (Alianza Editorial).

Militante activo contra la división de la península coreana y considerado uno de los principales escritores asiáticos de la actualidad, el autor, de 70 años, trata en su obra temas como la emigración, el exilio, la trata de personas, la intolerancia y el choque de culturas, desde la adaptación de una leyenda tradicional de su país que mezcla lo sobrenatural con la realidad más cruda.

Bari, la protagonista de su libro, lleva el nombre de la princesa de una antigua leyenda que viajó a los confines de la tierra en busca de un elixir con el que llevar el sosiego a los vivos y a los muertos. Al igual que ella, deberá cruzar fronteras y llegar al límite después de que las arbitrariedades del régimen comunista y la hambruna hagan desaparecer a su familia.

Llegará a Londres como inmigrante clandestina, donde sus poderes premonitorios heredados de su abuela para detectar el dolor le ayudarán, como le ocurrió a la princesa de la leyenda.

Con esta novela, Hwang Sok-yong sitúa a Bari en la frontera entre lo real y lo onírico, al borde de dos mundos, donde debe estar también el artista, asegura el autor, que estuvo también en la guerra de Vietnam.

«Soy afortunado por ser escritor. Aunque he sufrido muchas desgracias y penalidades, soy libre por escribir. No soy del Sur y no soy del Norte, tengo una mentalidad abierta y eso hace que tenga muchos enemigos tanto en el Norte como en el Sur», asegura entre risas.

También cree que es una mezcla de optimista y pesimista, de idealista y realista y considera que en tiempos de dificultades y obstáculos se puede encontrar el elixir «en la vida cotidiana».

Al igual que en su anterior novela «Shim Chong, la niña vendida», el autor se basa en «Bari. La princesa abandonada» en dos leyendas coreanas que le sirven para tratar la pobreza y la inmigración en el siglo XXI.

A lo largo de los años, su literatura ha cambiado, recuerda el autor, que explica que antes de la guerra de Vietnam su estilo era más individualista y buscaba sobre todo la belleza literaria. Después del conflicto bélico su escritura fue más socialista y política, donde primaba la estructura.

Lo que quiere ahora, señala, es fundir la realidad de Oriente y Occidente, y está convencido de que hace años no habría escrito una novela «tan ejemplar». Pero ahora tiene una nieta como Bari, confiesa. EFE

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