EEUU: Un terrorismo más letal y mejor dotado se recrudece en Estados fallidos

El número de víctimas mortales de actos de terrorismo casi se duplicó en 2014, impulsado por conflictos en Oriente Medio y África, donde el extremismo islamista se ha extendido en Estados débiles y fallidos y recluta a niveles no vistos en décadas, indicó hoy el Gobierno de Estados Unidos.

Ese escenario es el que describe el informe anual del Departamento de Estado sobre terrorismo, divulgado hoy en Washington.

El informe alerta del avance territorial «sin precedentes» del Estado Islámico (EI), un movimiento extremista suní, que ha medrado en los más de cuatro años de guerra siria y controla un territorio que va desde las afueras de Alepo (Siria) hasta las riberas del Tigris y Éufrates en Irak.

El EI y grupos afiliados a esa ideología extremista, como la secta radical islámica nigeriana Boko Haram, están tomando el relevo como gran amenaza terrorista internacional a Al Qaeda, «cuyo liderazgo central se ha visto debilitado», pese a servir de inspiración para grupos en el Magreb, Yemen o Somalia, según EE.UU.

«Pese a la fragmentación de Al Qaeda y sus afiliados, los estados débiles y fallidos han servido de entorno viable para el aumento de violencia radical y extremista, especialmente en Yemen, Siria, Libia, Nigeria e Irak», apunta el informe.

Los yihadistas del EI se han hecho también fuertes en Libia, donde controlan la ciudad de Sirte, y han conseguido la vinculación de grupos como Boko Haram, que ha llevado a cabo matanzas en masa y ha extendido su «modus operandis» especialmente cruel a África Occidental.

El número de víctimas mortales por actos de terrorismo se disparó en 2014 hasta los 32.700, casi el doble del nivel del año anterior, por el aumento de los ataques en Irak, Nigeria y Afganistán, según el informe anual del Departamento de Estado.

«Continuando con la tendencia del pasado año, los grupos terroristas están empleando técnicas más agresivas en sus ataques», algo que en el caso del EI incluye la represión de minorías y comunidades en las que se establecen con decapitaciones y crucifixiones públicas.

La guerra de Siria es el semillero del EI, que, pese a los ataques de una coalición internacional liderada por Estados Unidos desde el pasado verano y el refuerzo de los ejércitos iraquí y kurdo, sigue manteniendo su fuerza.

En ese vacío de poder sirio, el EI se ha nutrido con más de 16.000 combatientes procedentes de 90 países, un nivel de reclutamiento radical que no se veía desde hace 20 años, según el informe.

Además, el EI está demostrando una sofisticación sin precedentes a la hora de hacer propaganda y reclutar personas a través del las redes sociales e internet, provocando en ese proceso un aumento de la amenaza de los «lobos solitarios» en Occidente.

Pese los peores datos, la responsable del informe y coordinadora de Contraterrorismo, Tina Kaidanow, aseguró que Estados Unidos ha sido efectivo a la hora de fortalecer las capacidades de socios para detener el flujo de combatientes extranjeros e interrumpir las vías de financiación de grupos terroristas.

Kaidanow también aseguró que el EI está intentando realizar ataques «efectistas» en este nuevo entorno de presión para utilizarlos como arma de propaganda y, para ello, intenta promover ataques de los llamados «lobos solitarios», que actúan por cuenta propia y son muy difíciles de detectar por la fuerzas de seguridad.

El informe señala que la mayor amenaza terrorista para Europa son los combatientes extranjeros que han participado en los conflictos de Siria e Irak y han regresado a sus países de origen, con especial incidencia en Francia, Bélgica y Europa Occidental.

En lo relativo a las amenazas de los combatientes extranjeros radicalizados, Estados Unidos celebra la cooperación policial con países aliados como España, que junto con Francia, Alemania o Bélgica, han realizado operaciones antiterroristas exitosas. EFE [I]

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