Santos suspende los bombardeos contras las FARC

Soldados de fuerzas especiales marchan en un desfile militar para conmemorar el 205to aniversario de que Colombia se independizó de España, en Bogotá, Colombia, el lunes 20 de julio de 2015. (Foto AP/Fernando Vergara)

Bogotá, 25 jul (EFE).- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó hoy nuevamente la suspensión de los bombardeos contra la guerrilla de las FARC, una medida que tomó el pasado marzo para reducir la intensidad del conflicto pero que levantó un mes después tras un ataque guerrillero en el que murieron once soldados.

«He dado la orden de suspender a partir de hoy los bombardeos aéreos a campamentos donde haya concentración de miembros de esa organización; solo se podrán realizar por orden explícita del presidente», anunció Santos durante un acto conmemorativo de la Armada en la ciudad de Cartagena (norte).

La medida, que no tiene un límite de tiempo, será efectiva «si los campamentos están alejados de núcleos de población, no constituyen amenaza para la población, la fuerza pública, la infraestructura o hacen proselitismo», añadió.

Asimismo, precisó que pese a esta medida el Gobierno «continuará garantizando la seguridad de los colombianos y el imperio de la ley» y persiguiendo el delito.

Esta es la primera iniciativa del Ejecutivo para reducir la intensidad del conflicto armado después que los negociadores del Estado y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acordaran hacerlo el pasado 12 de julio.

Desde entonces, se especuló con qué podría hacer el Ejecutivo, que por toda información reveló una reunión que el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, mantuvo con la cúpula militar para planificar como bajar la confrontación.

Por parte de las FARC rige desde el 20 de julio un alto el fuego unilateral e indefinido que, dijo Santos, será evaluado de forma continuada.

La decisión de reducir la intensidad del conflicto busca favorecer las negociaciones de paz de La Habana, de las que restan apenas dos puntos, referidos a víctimas y dejación de armas y desmovilización de guerrilleros, para firmar la paz.

Para acelerar el proceso, las partes decidieron darse cuatro meses, hasta el próximo noviembre, momento en el que Santos decidirá, en función de los resultados obtenidos, si continúa o no con los diálogos, iniciados en noviembre de 2012.

Al respecto, el presidente aseguró que ha tenido «toda la paciencia y todo el aguante para las conversaciones de paz tengan un nuevo aire y un nuevo impulso» y que «esta nueva oportunidad» no se puede ni se debe desperdiciar. EFE

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