Lafazanis, el comunista griego que quiere disputar el liderazgo a Tsipras

Lafazanis, ayer tras comparecer ante los medios para explicar la formación de su nuevo grupo parlamentario.

El ex ministro de Energía Panayotis Lafazanis afirmó el viernes en la presentación del partido escindido de Syriza, Unidad Popular, que su objetivo será conseguir los votos de aquellos que votaron «no» en el referéndum del 5 de julio sobre las medidas impuestas por los acreedores.

«El no en el referéndum no quedará huérfano. Nuestra bandera será ese ‘no’ que votó un 62 % de la población», aseguró Lafazanis en rueda de prensa.

Lafazanis manifestó que su partido, formado por 25 diputados de Syriza y que se ha convertido inmediatamente en la tercera fuerza política del país, ofrecerá una «alternativa realista» al rescate y estableció como fines principales la cancelación del programa de ayuda financiera y una quita de la deuda pública.

«La eliminación de la mayor parte de la deuda es un objetivo factible y hay que dejar respirar al país», sentenció.

Para hacerlo, Lafazanis dijo que Unidad Popular defenderá, en caso necesario, la salida de la zona euro.

«Si es necesario para seguir un camino progresista, saldremos de la zona euro. Y este no es un camino hacia al infierno, como muchos sostienen», enfatizó.

Según Lafazanis, Unidad Popular es la facción de Syriza que se mantiene fiel a las declaraciones programáticas que hizo el partido gubernamental durante la campaña y que le llevaron al Gobierno en las elecciones anticipadas del 25 de enero.

Según el procedimiento establecido por la Constitución, Lafazanis recibirá el mandato del presidente de la República, Prokopis Pavlópulos, para formar Gobierno si no lo consigue el presidente del partido conservador Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis.

En ese caso, Lafazanis avisó de que hará uso del mandato exploratorio (un máximo de tres días) para tratar de crear Gobierno, y establecerá un diálogo con todas las fuerzas políticas del país.

Panayotis Lafazanis, nacido en 1951, es un antiguo miembro de de las Juventudes y del Comité Central del Partido Comunista griego, que dejó en 1991 para incorporarse a la Coalición de la Izquierda en 1992. Estudió matemáticas en la Universidad de Atenas, aunque se dice que nunca terminó su carrera universitaria. Lo suyo fue siempre la política. Fue elegido por primera vez diputado en 2000 y de nuevo en el 2007 y en el 2015. Durante el periodo 2012 hasta 2014 fue el portavoz parlamentario de Syriza. Tsipras le nombró en su primer gobierno ministro de la Recuperación de la Producción, Energía y Medio Ambiente. El 17 de junio lo sustituyó.

Conocido por su lealtad a los principios del socialismo, está casado y tiene tres hijas. Representa en el Parlamento la zona de los alrededores del Pireo formada por barrios de trabajadores tradicionalmente de izquierda. Allí están los astilleros y demás pequeñas industrias ahora moribundas o cerradas, especialmente golpeadas por un elevado nivel de paro.

Su posición no ha cambiado desde la llegada al poder de Syriza. Siempre ha esperado apoyo de Rusia, a la que consideraba una fuente alternativa de beneficios financieros para Grecia, una expectativa que nunca se ha cumplido por el propio desinterés del Kremlin. Lafazanis ha rechazado una y otra vez un tercer rescate que venía acompañado de más medidas de austeridad. Creía preferible incluso una quiebra y una salida desordenada del euro.

Respecto a los demás diputados de Syriza que no apoyaron al Gobierno en la votación del tercer rescate pero que tampoco pertenecen a la Plataforma de Izquierdas, como el ex ministro de Finanzas Yanis Varufakis y la presidenta del Parlamento, Zoé Konstandopulu, Lafazanis afirmó que mantienen un contacto permanente para barajar opciones, pero no detalló si se unirán al partido.

Así, Lafazanis argumentó que el Gobierno, tras la dimisión de Tsipras, ha buscado tomar desprevenida al ala radical de Syriza y forzado cuanto antes unas elecciones anticipadas para no darle tiempo a organizarse, pero destacó que para su partido «no ha sido ninguna sorpresa».

Acusó a Tsipras de «no honrar al país ni a su gente con sus maniobras» y de tener miedo de enfrentarse a una moción de confianza, un escenario con el que se especulaba y en el que Lafazanis detalló que la facción que él lidera no habría hecho caer al Gobierno. EFE

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