Maduro no abrirá la frontera con Colombia

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que mantendrá cerrada la frontera con Colombia, que clausuró parcialmente el 19 de agosto y se generó una fuerte crisis diplomática con el país vecino, hasta que esa zona quede liberada de contrabandistas y paramilitares.

Maduro, que achaca la presencia de esos criminales a Colombia, explicó que la «normalización progresiva» de la frontera acordada el lunes en Quito con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, parte para Venezuela «del hecho de refundar la frontera».

Para el Gobierno venezolano, la reapertura de los pasos fronterizos dependerá de los resultados positivos que arrojen las medidas implementadas por los grupos de trabajo ministeriales de ambos países, que se reúnen mañana en Caracas.

El mandatario también anunció que activará el estado de excepción en el Amazonas, el único estado fronterizo con Colombia que quedaba aún libre de esta medida restrictiva de derechos y libertades.

«Está la octava zona del Amazonas que vamos a activar también los planes en su momento y, ahora, bien coordinaditos binacionalmente», dijo en alusión a una supuesta coordinación con Colombia a la hora de combatir la delincuencia organizada en la frontera común.

«Hasta tanto nosotros no garanticemos el funcionamiento de una economía sana, sin ataques a monedas y lo garanticemos binacionalmente, la frontera tendrá todas las restricciones que tiene», aseveró Maduro, al apostillar que propuso a Colombia un plan a seis meses.

«No es administrar lo que existe y cambiar todo para que no cambie nada, es cambiarlo todo a profundidad; liberar territorio, a la población, de la ideología del paramilitarismo y del contrabandismo, de los antivalores, y que la autoridad se haga sentir», recalcó en su programa de televisión «En contacto con Maduro».

No obstante, el presidente dejó claro que el encuentro con Santos en Quito fue «intenso, tenso y fructífero».

«Hablamos durante unas cuatro horas, creo yo, tenso, intenso y fructífero y claro, muy claro, yo dije la verdad de Venezuela, el presidente Santos dijo la verdad de Colombia», matizó, al calificar la jornada de «extraordinaria».

Destacó que esa cita «fue una alta lección de la nueva diplomacia de paz de nuestra América», que, a su juicio, demuestra que «ya no están sonando las trompetas de la guerra, lo que están sonando son los campanazos de una nueva era de paz».

Mientras tanto se prepara la reunión ministerial que acogerá este jueves Caracas y en la que se abordarán temas muy sensibles, derivados del narcotráfico y la presencia de bandas criminales en la convulsa frontera colombo-venezolana.

«Vienen los equipo de Defensa para abordar el tema del paramilitarismo que del lado colombiano lo llaman bandas criminales», anunció desde Trinidad y Tobago la canciller venezolana, Delcy Rodríguez.

«Ustedes bien saben que Venezuela ha presentado la grave situación que origina el paramilitarismo colombiano en Venezuela, el narcotráfico y el contrabando», añadió.

Asimismo informó de que analizarán, en este caso los funcionarios de Finanzas, lo que el Gobierno de Maduro llama «ataque a la moneda venezolana».

Con este término hacen referencia a las miles de casas de cambio que hay en el lado colombiano de la frontera y que son usadas para especular con la divisa y con los precios de los alimentos y gasolina de Venezuela que el Estado bolivariano subvenciona.

«Mañana estarán los equipos de finanzas de Colombia para ver lo que ha significado el ataque a la moneda venezolana, ver los correctivos, qué tipos de controles puede aplicar Colombia para definitivamente acabar con este crimen», dijo.

Rodríguez aseguró que su país está «apostando a una nueva frontera de paz pero principalmente a una frontera de legalidad».

La canciller reiteró que «se mantiene» la decisión de no abrir aún la frontera y que, como dijo Maduro el lunes en Quito, «la reanudación progresiva de la frontera pasa por el equilibro fronterizo».

En la cita de Quito, celebrada bajo el auspicio de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Maduro y Santos acordaron el retorno de sus respectivos embajadores y la apertura de una investigación sobre la situación de la frontera común.

También crear grupos de trabajo a nivel ministerial para tratar «los temas sensibles».

Uruguay y Ecuador, que ostentan la presidencia pro témpore de ambas organizaciones, actuarán como acompañantes del diálogo ministerial que hoy se inicia en Caracas. EFE (I)

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