Crecen las tensiones entre Rusia y Turquía por los incidentes aéreos

Foto Cortesía: RIA Novosti

Turquía denunció hoy la segunda violación en tres días de su espacio aéreo por parte de cazabombarderos rusos, unas acciones que la OTAN duda sean accidentales y que Ankara ha advertido de que pueden romper las buenas relaciones con Moscú.

«Nuestras buenas relaciones con Rusia son obvias. Pero ellos podrían perdernos. Si Rusia pierde a Turquía, perdería mucho», advirtió hoy el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Fuentes del ministerio de Exteriores turco confirmaron a Efe que el domingo un avión ruso penetró en el espacio aéreo del país, en un suceso similar al ocurrido el día antes, por lo que volvió a citar al embajador de Moscú para pedir explicaciones.

A esas dos violaciones, confirmadas por la OTAN, a la que pertenece Turquía, se unen otros dos incidentes el domingo y el lunes, en los que aviones militares turcos se vieron acosados por cazabombarderos Mig-29 de nacionalidad no determinada.

«Un avión Mig-29 de nacionalidad indeterminada enfocó durante 4 minutos y 30 segundos su radar (de disparo)», sobre los aparatos turcos, señalaron las fuerzas armadas de Turquía en un comunicado sobre el incidente ocurrido el lunes y similar al de la víspera.

Pero además, también el lunes un radar instalado en suelo sirio enfocó a la patrulla turca, que consistía de ocho cazas F-16.

Enfocar un radar en un avión es un paso previo al lanzamiento de un misil por lo que se interpreta como una amenaza o un simulacro de ataque.

Turquía no ha precisado la nacionalidad de los Mig-29, un avión de guerra que poseen Rusia y Siria.

Moscú, sin embargo, ha negado utilizarlos en su campaña contra los grupos armados sirios y ha señalado que únicamente ha enviado bombarderos del tipo Sukhoi (Su-24 y Su-25) a Siria.

Erdogan reiteró las advertencias de Turquía de que se tomarán todas las medidas para impedir nuevas violaciones de su espacio aéreo.

«La OTAN ha emitido un duro ultimátum. No podemos tolerar esto. Ha habido pasos que no deseamos. Turquía no puede aceptarlos. Esto es algo que va más allá de los principios de la OTAN», declaró Erdogan desde Bruselas.

Allí, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, subrayó que las incursiones rusas «no parecen un accidente» e insistió en que Moscú debe respetar las fronteras turcas.

El ex primer ministro noruego indicó que no se han recibido más explicaciones por parte de Moscú aparte de las vistas en los medios de comunicación y pidió a Rusia que respete las fronteras de Turquía que, recordó, son también las de la Alianza Atlántica.

Por su parte, el Gobierno ruso insistió hoy en que el objetivo de los bombardeos de su aviación en Siria son los grupos y organizaciones terroristas que atacan a las fuerzas armadas sirias.

Sin embargo, grupos opositores sirios y la propia OTAN han acusado a Rusia de que sus ataques no se dirigen tanto contra los yihadistas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) sino contra zonas residenciales y bases de brigadas rebeldes en el noroeste de Siria, alrededor de Latakía, uno de los feudos del régimen.

Son precisamente las brigadas islamistas establecidas en esta región, ahora bajo fuego ruso, con las que Turquía propuso contar en julio para revitalizar la lucha contra el régimen de Bachar al Asad y derrocarlo.

Según explicaron entonces fuentes diplomáticas turcas, Ankara proponía a la comunidad internacional armar grupos «islamistas moderados» en esta zona para establecer una «zona segura» en la que reunir a los desplazados sirios.

Esta zona también debería ser de exclusión aérea, algo sobre lo que vigilarían los cazas turcos y estadounidenses, operando desde bases turcas, según preveía Ankara a inicios del verano.

Ahora, el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, ha indicado que los bombardeos rusos sólo sirven para fortalecer a Asad y le permiten aumentar la represión contra sus opositores.

Alertó de que esta intervención desestabilizará aún más a un país sumido en una guerra civil con varios bandos en liza y que puede provocar una nueva oleada de refugiados hacia Turquía.

«Los cambios de equilibrio, dios no lo quiera, pueden llevar a una oleada de cientos de miles de refugiados, quizás un millón, hacia Turquía», alertó. EFE [I]

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