Cinco palestinos muertos en ola de ataques con hondas contra Israel

Un palestino utiliza una honda en enfrentamientos con la policía durante una protesta en la ciudad cisjordana de Ramala, el lunes 5 de octubre de 2015. (AP Foto/Nasser Shiyoukhi)

Jerusalén, 9 oct (EFE).- Por noveno día consecutivo, hoy continúan los ataques y disturbios en Israel y Palestina, que en esta jornada se han saldado con la muerte de cuatro palestinos en la franja de Gaza y otro en Cisjordania tras atacar a un policía israelí.

La violencia se inició a primera hora de la mañana en la localidad de Dimona, en el sur de Israel, con el apuñalamiento de cuatro árabes (dos de ellos con nacionalidad israelí y otros dos palestinos) por parte de un judío israelí de extrema derecha.

«Todos los árabes son terroristas», dijo el atacante a los agentes que lo interrogaron, tras confesar los hechos.

Horas más tarde, un adolescente israelí de unos 18 años resultó herido en Jerusalén por un palestino, que fue detenido por las fuerzas de seguridad, en lo que la policía calificó de «ataque terrorista».

Un sospechoso de unos 18 años que respondía a la descripción hecha por la víctima fue detenido y se encuentra bajo custodia policial.

Posteriormente, se registró un nuevo incidente violento, en el que un policía israelí fue herido por un palestino en la colonia judía de Kiryat Arbá, en la localidad cisjordana de Hebrón, en el sur de ese territorio ocupado.

El policía resultó herido de levedad, mientras que su atacante murió por disparos por un agente.

Horas después, en la estación central de autobuses de la ciudad de Afula, en el norte de Israel y cercana a la localidad palestina de Yenín, una mujer árabe israelí originaria de Nazaret fue herida de bala tras tratar de apuñalar a un agente de seguridad privado israelí.

Ayer jueves se registró otro ataque palestino con arma blanca en esta misma ciudad, perpetrado por un joven palestino de Yenín, que fue reducido por viandantes y arrestado tras herir a un soldado y un civil.

No parece que la tensión vaya a amainar, máxime después de que el jefe del gobierno del movimiento islamista Hamás en Gaza, Ismail Haniye, llamase durante los sermones del rezo del mediodía del viernes a ampliar la oleada de ataques para convertirla en una Intifada (levantamiento) con el fin de «liberar Jerusalén».

«Confirmo que Gaza apoya la batalla por Jerusalén y por (la mezquita de) Al Aqsa y apoya la bendita Intifada a pesar del dolor, el bloqueo y las conspiraciones», dijo el dirigente islamista en un discurso durante el rezo musulmán del viernes en una de las principales mezquitas de Gaza capital.

Y añadió que la franja de Gaza «está preparada para unirse a una Intifada completa».

Tras las oraciones, decenas de palestinos acudieron a manifestarse a varios puntos cercanos a la valla fronteriza con Israel en el norte, este y sur de la franja, lo que dio lugar a enfrentamientos violentos en los que murieron cuatro palestinos y veinte resultaron heridos por disparos del Ejército israelí, según informaron fuentes médicas palestinas.

Cuatro de los heridos se encuentran en situación crítica, uno de ellos con una herida de bala en la cabeza, explicó Ashraf Al Qedra, portavoz del Ministerio de Sanidad de Hamás en Gaza, que identificó a tres de los fallecidos como Ahmed Al Herbawi, de 20 años, Shadi Dulah y Abdullah Al Wahidi.

Una portavoz del Ejército confirmó a Efe los enfrentamientos y señaló que, tras registrarse un amotinamiento cerca de la divisoria, las fuerzas dispararon contra los atacantes «confirmando haber hecho once blancos».

La región vive desde hace nueve días sumida en la violencia, caracterizada en estas tres últimas jornadas por una sucesión de ataques con arma blanca protagonizados en su mayoría por palestinos contra israelíes.

En este periodo han perdido la vida cuatro israelíes y once palestinos, cuatro de ellos autores de ataques, otro sospechoso de serlo y otros seis durante enfrentamientos con fuerzas israelíes.

También han resultado heridos más de una decena de israelíes y cientos de palestinos.

Hoy se registraron disturbios en la localidad de Shuafat, en el territorio palestino ocupado de Jerusalén Este, y en la de Bet El, en uno de los accesos a Ramala, en Cisjordania.

Aunque la tensión se inició hace tres semanas, la violencia se disparó el jueves de la pasada semana tras el asesinato de dos colonos israelíes en el norte de Cisjordania, del que Israel acusa a una célula de cinco miembros de Hamás en la ciudad de Nablus. EFE

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