Amnistía Internacional acusa de «crímenes de guerra» a las fuerzas kurdas sirias

Las autoridades kurdosirias han forzado a miles de civiles a desplazarse de sus casas y han demolido viviendas en las áreas que controlan, lo que puede suponer «crímenes de guerra», alertó hoy Amnistía Internacional (AI).

En un comunicado, AI explicó que un equipo de investigadores que la ONG ha enviado al norte de Siria ha descubierto una ola de desplazamientos forzosos y demoliciones de pueblos enteros llevados a cabo por la Administración Autónoma kurda, que esta liderada por el Partido de la Unión Democrática (PYD, en sus siglas en kurdo).

El motivo de estas acciones, agregó la ONG, suelen ser a menudo las supuestas «simpatías» o vínculos de los residentes con miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) u otras organizaciones armadas.

En ese sentido, AI recordó que la Administración kurdosiria es uno de los principales aliados de la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, en la lucha contra el EI en el territorio sirio.

Una asesora de AI, Lama Fakih, señaló que la organización ha recopilado «pruebas claras de una campaña intencionada y coordinada para castigar colectivamente a los civiles de pueblos, que estaban anteriormente capturados por el EI o donde había una pequeña minoría sospechosa de respaldar al grupo».

Algunos civiles apuntaron a los investigadores de AI que habían sido amenazados con bombardeos de los aviones de la coalición internacional si no abandonaban sus domicilios.

El equipo de la ONG visitó catorce localidades en zonas bajo control kurdo de las provincias nororientales de Al Hasaka y Al Raqa entre julio y agosto pasado.

AI cita como ejemplo el caso del pueblo de Huseiniya, en Al Hasaka, donde imágenes por satélite muestran la amplitud de las demoliciones, ya que en junio de 2014 había un total de 225 edificios frente a los catorce que quedaban en pie un año después.

El texto precisa que en febrero de 2015 las milicias kurdosirias, Unidades de Protección del Pueblo (YPG, en kurdo), dependientes de la Administración Autónoma, arrebataron al EI el control de la población e iniciaron los derribos de viviendas y el desplazamiento de sus residentes.

Uno de los testigos con quienes habló el equipo de AI narró cómo fueron expulsados de sus viviendas.

«Trajeron (las YPG) sus excavadoras… Demolieron casa a casa hasta que el pueblo entero quedó destruido», dijo el testigo.

En algunos pueblos al sur de la ciudad de Suluk, algunos vecinos aseguraron que los milicianos de las YPG les acusaron de apoyar al EI y les amenazaron con dispararles si no se marchaban; mientras que en otros los residentes admitieron que había partidarios de los yihadistas en sus localidades, pero que la mayoría no lo eran.

Según AI, las YPG han justificado el desplazamiento forzoso de civiles con el pretexto de que era necesario por la propia seguridad de los civiles o por necesidades militares.

Fakih destacó que es «crucial que la coalición liderada por Estados Unidos en la lucha contra el EI en Siria y otros estados que respaldan la Administración Autónoma o que se coordinan con ella militarmente no ignoren estos abusos».

AI subrayó que la mayoría de civiles afectados por estas prácticas ilegales han sido árabes y turcomanos, aunque en algunos casos también se ha habido ciudadanos de la etnia kurda. EFE [I]

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