EE.UU. vuelve a Asia para combatir la yihad y hacer frente a Rusia y China

Estados Unidos abrió hoy una nueva etapa en las relaciones con Asia Central, un tablero clave en la lucha contra el Estado Islámico (EI) y, de paso, hacer frente a Rusia y China, que consideran esta región su patio trasero.

«Esto no es un juego sobre quién ganará. Cada país debe tener derecho a forjar relaciones con otras potencias», afirmó John Kerry, el secretario de Estado norteamericano, citado por medios rusos, durante una histórica ciudad uzbeka de Samarkanda.

Kerry hizo estas afirmaciones al reunirse con los ministros de Exteriores de las repúblicas conocidos como «los ‘stán'» – Kazajistán, Uzbekistán, Kirguizistán, Turkmenistán y Tayikistán-, en el marco del nuevo formato de relaciones C5+1.

Se refería a rusos y chinos, que comparten frontera con esta región, de la que reciben ingentes suministros energéticos, y que presionaron durante años para que EEUU cerrara las bases aéreas que abrió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Uzbekistán y Kirguizistán optaron por cerrar dichas bases, lo que supuso un problema logístico para la operación aliada en la vecina Afganistán, y Washington empezó a perder posiciones en la zona, donde recientemente han irrumpido con fuerza Irán y Turquía.

El presidente de EEUU, Barack Obama, logró retener la base de Manás como centro de tránsito aéreo, pero el Gobierno kirguís denunció el acuerdo en 2013, justo después de que Rusia viera prorrogada por otros 15 años su presencia militar en ese país.

Por ello, Washington ha decidido partir de cero, olvidar viejos agravios y ofrecer a las alicaídas economías regionales seguridad frente a la creciente amenaza yihadista y asistencia económica ante la brusca caída de ingresos por la recesión rusa y la ralentización china.

«La economía y la seguridad van unidas. EEUU y los países de Asia Central son ahora socios tanto en materia de seguridad, como en el terreno económico», dijo Kerry en lo que es su primera gira por la región rica en petróleo, gas, oro y uranio.

Al término de la reunión se emitió un comunicado conjunto en el que los seis países mostraron su apoyo al Gobierno de Afganistán, cuya estabilidad y seguridad es fundamental para los países centroasiáticos.

«Washington comparte los temores de los países de la región en materia de seguridad debido a la situación en Afganistán», señaló Kerry, una vez que EEUU ha decidido prolongar su presencia militar en ese país debido a las recientes ofensivas de los talibán.

Miles de jóvenes de la región se han enrolado en las filas del Estado Islámico (EI) y otros grupos yihadistas para combatir en Afganistán, Siria, el Yemen e Irak, en ocasiones por motivos religiosos y otras por necesidades económicas.

Por ello, EEUU está dispuesto a coordinar las medidas antiterroristas con los países de la región, de mayoría musulmana, con regímenes autoritarios, con la excepción de Kirguizistán, y altos índices de paro juvenil, caldo de cultivo para el integrismo.

Kerry no perdió la oportunidad de aludir a la necesidad de democratizar las sociedades centroasiáticas, ya que dirigentes como el uzbeko Islam Karímov son considerados auténticos represores de los derechos humanos.

Se trata de dirigentes autoritarios, pero están en la vanguardia de la lucha contra el yihadismo, no en vano Tayikistán comparte más de 1.300 kilómetros con Afganistán, frontera incontrolable que sirve de puerta de entrada de las drogas hacia Europa.

«EEUU respeta la soberanía, integridad territorial e independencia de cada país sentado aquí», afirmó Kerry, en clara referencia a la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea, que no ha sido reconocida por ningún país de la región.

Es por eso por lo que al defender ayer en Kirguizistán la decisión de Obama de enviar un pequeño contingente de tropas de tierra a Siria, Kerry subrayó que esa medida no va dirigida contra el líder sirio, Bachar al Asad, sino contra el EI.

El principal mensaje a los dirigentes regionales de Kerry, que dio la espalda a la agotada estrategia de alienar a los autócratas con reprimendas sobre los derechos humanos, es que no pongan todos los huevos en el mismo cesto.

Precisamente, Kerry criticó hoy los denodados intentos rusos y chinos de crear bloques en un intento de «limitar las posibilidades» de que los países entablen libremente relaciones con otras potencias.

«Las repúblicas de Asia Central debe estar libres de las presiones exteriores y de la intimidación», insistió.

A su vez, subrayó que EEUU está interesado en participar en el ambicioso proyecto Ruta de la Seda, lanzado por China para promover los intercambios comerciales, el suministro energético y las infraestructuras de transporte entre Asia y Europa.

En el marco de su gira, Kerry viajará el lunes a Kazajistán, la locomotora económica de la región; y después se desplazará a Turkmenistán, conocida como la república del gas, y a la montañosa Tayikistán, cercana política y culturalmente a Irán.EFE (I)

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