Condenan a prisión a exsecretarios kirchneristas por la «Tragedia del Once»

El exsecretario de Transporte de Argentina Ricardo Jaime asiste a la última audiencia del juicio en su contra por un accidente de tren en Buenos Aires, el martes 29 de diciembre de 2015. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

BUENOS AIRES (AP) — Dos exsecretarios de Transporte durante el gobierno de Cristina Fernández fueron condenados el martes a ocho y seis años de prisión por un trágico accidente de tren ocurrido en febrero de 2012 que causó 51 víctimas fatales y 789 heridos.

Los tres miembros del tribunal oral en lo Criminal Federal N 2 de esta capital resolvieron por unanimidad sentenciar a ocho años de prisión a Juan Pablo Schiavi por los delitos de defraudación contra la administración pública y estrago culposo agravado por el número de fallecidos. En tanto, su antecesor en el cargo Ricardo Jaime recibió seis años de prisión por el primer cargo.

El tribunal también condenó a Sergio Cirigliano, uno de los dueños de Trenes de Buenos Aires (TBA) -la empresa concesionaria del servicio de ferrocarril al momento del siniestro-, a nueve años de prisión. Su hermano Roque Cirigliano fue condenado a cinco años y un tercer hermano, Mario Cirigliano, resultó absuelto.

El maquinista Marcos Córdoba, en tanto, recibió una pena de tres años y seis meses de prisión por estrago culposo e inhabilitación para conducir formaciones ferroviarias por siete años.

En la mañana del 22 de febrero de 2012 el tren que conducía Córdoba, atestado de pasajeros que viajaban desde los suburbios del oeste de Buenos Aires rumbo a sus trabajos en la capital, ingresó a la estación de Once y chocó contra el paragolpes del andén. Los familiares de las víctimas contabilizan 52 muertos ya que una de las fallecidas estaba embarazada. El accidente se conoce como «Tragedia del Once«.

El accidente, uno de los más graves en la historia de Argentina, puso en el tapete las deficiencias del servicio de ferrocarriles privatizado en la década de 1990 y la falta de controles por parte del Estado, pese al desembolso de millones de dólares al año en calidad de subsidios para mantener las tarifas baratas.

«Hoy la justicia le ha dado una lección a la corrupción, a los que no creían en la justicia y a los corruptos que se creían impunes», dijo a periodistas Paolo Menghini, padre de Lucas, una de las víctimas. «Es un fallo histórico que espero genere una Argentina nueva».

Jaime, quien enfrenta numerosas causas por corrupción, fue secretario de Transporte entre 2003 y 2009. Luego fue reemplazado por Schiavi, quien ocupó el cargo hasta dos semanas después del accidente.

Durante el juicio, en el que declararon más de 200 testigos, quedó probado que la empresa TBA no cumplía con el mantenimiento de los ferrocarriles en complicidad con funcionarios del área.

El fiscal Fernando Arrigo destacó en diálogo con periodistas que la tragedia se hubiera evitado si los secretarios de Transporte hubieran tomado en cuenta un informe previo de la Auditoría General de la Nación que alertaba sobre las graves fallas en el funcionamiento de los trenes y el mal estado de las vías.

El siniestro golpeó duro en la popularidad de la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015), que apenas unos meses antes había resultado electa con 54% de los votos. La mandataria estatizó entonces los ferrocarriles e inició un proceso de modernización del servicio.

Los jueces también ordenaron investigar al exministro de Planificación Federal Julio De Vido por su presunta responsabilidad en los sucesos. De Vido, actual diputado nacional, tenía bajo su órbita el área de transporte.

De los 28 acusados en el juicio que comenzó hace casi dos años, siete resultaron absueltos.

El tribunal dispuso que los condenados cumplan prisión recién una vez que la sentencia quede firme tras las distintas instancias de apelación.

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