Líder chií de Irak llama a protestas contra Arabia Saudí, tras ejecución de clérigo saudí

Muqtada al Sadr

Bagdad, 2 ene (EFE).- El líder chií de Irak Muqtada al Sadr instó hoy a celebrar manifestaciones pacíficas en Arabia Saudí y países como Irak en protesta por la ejecución del clérigo opositor chií saudí Nimr Baqir al Nimr, para impedir «la injusticia y el terrorismo gubernamental en el futuro».

Al Sadr instó a la comunidad chií saudí y de otros países del Golfo a tener «coraje» y responder con manifestaciones pacíficas para impedir «la injusticia y el terrorismo gubernamental en el futuro» y dirigiéndose a los iraquíes, los convocó a protestar frente a «las sedes e intereses saudíes», según un comunicado.

También pidió al Gobierno iraquí que dé marcha atrás en la apertura de la embajada saudí en Bagdad, que fue reabierta hace dos días tras 25 años cerrada.

El dirigente y clérigo chií solicitó a la comunidad internacional, la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica que condenen este «acto vergonzoso» y no permanezcan impasibles ante «la opresión sistemática de las minorías».

Por su parte, el primer ministro iraquí, el chií Haidar al Abadi, expresó su «profundo pesar y conmoción» por la ejecución del clérigo saudí y señaló que la expresión pacífica de la opinión es un derecho fundamental garantizado tanto por las leyes religiosas como convencionales.

Al Abadi subrayó que la represión y la injusticia solo traen «más devastación a los gobiernos y los pueblos» y tienen repercusiones sobre la seguridad y estabilidad.

Las reacciones a la ejecución de Al Nimr han llegado de toda la comunidad chií de países árabes como Baréin o Líbano, lo que ha agudizado las ya crecientes tensiones sectarias.

También desde Irán, la gran potencia chií, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hosein Yaber Ansarí, denunció «la profunda imprudencia e irresponsabilidad» del Gobierno de Arabia Saudí, que -agregó- «pagará duro» esta acción.

Al Nimr fue ejecutado hoy después de que en octubre pasado el Tribunal Supremo confirmara su condena por desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria.

El clérigo fue detenido en julio de 2012 por varias causas, entre ellas por apoyar a células terroristas y los disturbios contra las autoridades saudíes que estallaron en febrero de 2011 en la provincia de Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií.

Además, las autoridades saudíes ejecutaron hoy a otras 46 personas condenadas por pertenecer a grupos terroristas y cometer ataques en el reino. EFE

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