Guerra de anuncios de campaña entre candidatos republicanos a la Casa Blanca

Foto de archivo, 23 de julio de 2015, del precandidato presidencial republicano y exgobernador de Florida Jeb Bush en New Hampshire. (AP Photo/Charles Krupa, File)

A menos de un mes de que comience el proceso de primarias en Estados Unidos, los doce precandidatos republicanos han intensificado su pugna por la nominación del partido con una guerra de anuncios que no conoce de antiguas amistades.

En los spots emitidos en los primeros días del año se ha podido ver a Jeb Bush atacando a su otrora pupilo Marco Rubio, a este criticando al mismo Chris Christie al que hace no tanto alababa y al gobernador de Nueva Jersey recordando a sus rivales que esa lucha cainita solo beneficia a la favorita demócrata, Hillary Clinton.

Junto a los ataques personales, dos temas centran los anuncios republicanos: la firmeza ante la amenaza terrorista del Estado Islámico (EI) y las promesas de poner fin a la inmigración irregular en Estados Unidos.

El magnate Donald Trump, que sigue liderando las encuestas, logró abordar los dos asuntos en los 30 segundos de su primer anuncio de campaña televisivo este martes.

En el vídeo, polémico como su protagonista, defiende su idea de prohibir la entrada a Estados Unidos a los musulmanes e ilustra su propuesta de construir un muro para detener la inmigración procedente de México con imágenes de la valla de Melilla (España), en la frontera con Marruecos.

La campaña del magnate defendió que no se trató de un error, sino que la elección había sido a propósito para mostrar lo que puede ocurrir en Estados Unidos si no se construye un muro en la frontera, la propuesta con la que catapultó su campaña.

Cruz, en dura competición con Trump en los sondeos de Iowa y Nuevo Hampshire, publicó el mismo día un anuncio titulado «Invasión» en el que se ve a personas con traje y ropa de trabajo cruzando la frontera entre Estados Unidos y México.

«La política sería muy diferente si un montón de abogados o banqueros cruzara el río Grande. O si un montón de periodistas graduados llegaran y bajaran los salarios de la prensa. Entonces veríamos noticias sobre la calamidad económica que está ocurriendo en nuestra nación», dice el senador de origen cubano en el vídeo.

Cruz lidera los sondeos en Iowa, que abre el proceso de primarias en febrero, por delante de Trump y, a mayor distancia, de Rubio, según la media elaborada por la web de referencia Real Clear Politics.

En Nuevo Hampshire es Trump quien encabeza las encuestas, seguido de Rubio, Cruz y Christie, cuya campaña registra un impulso después de meses entre los más rezagados, llegándose a quedar fuera incluso de alguno de los debates principales por sus malos resultados.

Este despunte le ha valido al gobernador de Nueva Jersey dos duros anuncios de un super PAC (Comité de Acción Política) que apoya a Rubio, en los que se cuestiona su pedigrí conservador y su gestión estatal.

En uno de los vídeos, titulado «Favorite», se presenta a Christie como el gobernador republicano favorito de Barack Obama y se recuerda una fotografía que ha perseguido al político conservador: su abrazo con el presidente demócrata tras el devastador huracán «Sandy» en 2012.

En la necesidad de desmarcarse de los rivales parece tener cabida hasta la propia fe. Marco Rubio publicó este jueves un anuncio en el que explica cómo su cristianismo le guía en todos los aspectos de su vida, aunque evita mencionar que es católico.

Rubio pugna en Iowa por el voto cristiano protestante evangélico con Cruz, quien se benefició de la caída de popularidad del neurocirujano Ben Carson entre ese grupo.

Trump, conocido por arremeter contra todo y contra todos, cuestionó recientemente que Cruz, que acude a una iglesia baptista, sea un verdadero evangélico por su origen cubano.

«Solo recordad que, según tengo entendido, no llegan muchos evangélicos de Cuba», dijo el magnate ante votantes de Iowa.

Estos ataques personales continuarán a medida que se acerque el inicio del proceso de primarias, pronostica a Efe Jason Marczak, experto en campañas políticas y director del Centro Adrienne Arsht para Latinoamérica del Atlantic Council en Washington.

«Al principio tenían miedo a los ataques, salvo Trump, para parecer presidenciables. Pero ahora están nerviosos sobre lo que va a pasar en las próximas semanas y recurren a los ataques personales para deslegitimar a otros candidatos», explica el experto.

Hasta ahora los precandidatos demócratas han guardado mejor las formas y han evitado iniciar una guerra de anuncios similar a la de sus rivales conservadores.

«El partido demócrata está más unido. Hillary Clinton y Bernie Sanders tienen perspectivas diferentes en políticas públicas, pero les une la misma visión de partido. Eso no ocurre en el lado republicano», señala Marczak.

Los demócratas tienen además solo tres candidatos para las primarias que comienzan en febrero, frente a los doce republicanos que compiten por la nominación de su partido para las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

Además, la contienda demócrata está mucho menos competida, con Hillary Clinton como gran favorita, el senador por Vermont Bernie Sanders presentando batalla en un segundo plano y el exgobernador de Maryland Martin O’Malley a mucha distancia, con escasos apoyos en los sondeos. EFE (I)

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