OEA envía misión por pedido de Haití para evitar vacío de poder

En esta imagen del 19 de enero de 2016, un hombre es detenido por la policía nacional durante una protesta contra el gobierno del presidente Michel Martelly para exigir la cancelación de las elecciones del 24 de enero en Puerto Príncipe, Haití. (AP Foto/Dieu Nalio Chery)

Washington, 27 ene (EFE).- La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy enviar a Haití una misión especial de mediación en la crisis política y social del país, a petición del presidente haitiano, Michel Martelly, para evitar el vacío de poder cuando él deje el cargo el próximo 7 de febrero.

Martelly solicitó por teléfono el envío de esta misión al secretario general de la OEA, Luis Almagro, para «preservar la institucionalidad democrática» y con base en el artículo 17 de la Carta Democrática Interamericana.

Ese punto establece que cuando el Gobierno de un Estado miembro considere «que está en riesgo su proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder», podrá recurrir al secretario general o al Consejo Permanente «a fin de solicitar asistencia para el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática».

Almagro atendió la petición de Martelly y hoy propuso al Consejo Permanente, reunido en sesión extraordinaria, que vote dos puntos: una consulta al Supremo de Haití sobre cómo debe constituirse constitucionalmente un gobierno de transición y el envío de la misión de mediación solicitada por el Gobierno del país caribeño.

El embajador de Haití ante la OEA, Bocchit Edmond, trasladó al Consejo la petición de Martelly y pidió «solidaridad» a los otros 33 Estados que conforman el ente para ayudar a que el país caribeño no caiga «en el vacío institucional y en una situación de caos».

«Esto no es un llamado a la injerencia o la interferencia sino un llamado a la solidaridad. Pedimos asistencia para preservar la institucionalidad democrática», explicó el diplomático.

El Consejo aprobó el envío de la misión tras cuatro horas de reunión en las que no hubo votación sino que el presidente del órgano concluyó que, de las posiciones expuestas, se extrae que existe un «consenso» para atender la solicitud del Gobierno haitiano.

En el turno de intervenciones, expresaron su apoyo abierto a la petición haitiana las otras 14 naciones que integran la Comunidad del Caribe (Caricom), México, Perú, Costa Rica y Canadá.

Estados Unidos, Chile y Colombia fueron menos explícitos pero dejaron entrever que, de haber consenso para la misión, se sumarían.

Venezuela, Nicaragua, Honduras, Ecuador y Brasil se opusieron a que la OEA tomara hoy esta decisión, cuando los cancilleres y jefes de Gobierno de 32 de los 34 países miembros están debatiendo el mismo asunto en la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se inauguró hoy en Quito.

La misión de Venezuela fue especialmente crítica con Almagro por haber convocado una reunión basada en la Carta Democrática Interamericana en nombre de un país miembro.

«Nos preocupa que esto marque un precedente para que un país pueda llamar al secretario general para pedirle que se invoque la Carta Democrática para abordar asuntos de, por ejemplo, Venezuela», dijo la representante alterna venezolana Carmen Luisa Velasquez.

La sesión tuvo un receso de una hora, solicitado por Paraguay, para que las representaciones pudieran consultar con las Cancillerías, ya que algunas, como Brasil, alegaron no estar preparadas para tomar una decisión porque en la convocatoria del Consejo Permanente se les había dicho solo que recibirían un informe de la misión electoral de la OEA en Haití.

El representante de Antigua y Barbuda, Ronald Michael Sanders, que ejerce la presidencia de turno del Consejo Permanente hasta abril, se mostró firme ante las peticiones de dilatar el proceso y conminó a todos a «tomar una decisión» tras el receso.

Entonces, dijo que de lo expuesto en la sala extraía que había un «consenso» para enviar la misión y proclamó que se aprobaba por «aclamación».

Venezuela y Nicaragua le pidieron que eliminara ese último término, al precisar que la decisión se tomaba quizás por mayoría pero no por aclamación, ya que ellos y otros países habían mostrado su oposición.

Almagro, en la carta de convocatoria del Consejo y en la reunión, expresó que, en su opinión, la solución para Haití es un gobierno de transición que dé estabilidad al país y después garantice las condiciones para celebrar unas elecciones creíbles.

«Ese periodo de transición debemos garantizar que sea absolutamente breve, y es fundamental que haya una nueva contienda electoral y que haya contienda electoral, que no sea un plebiscito o un referendo sobre un solo candidato», consideró Almagro.

Haití se encuentra en una situación de incertidumbre política a solo 11 días de que concluya el mandato de Martelly, cuyo sucesor no ha sido elegido por el aplazamiento en dos ocasiones de los comicios.

Sectores de la oposición haitiana están a favor de un Gobierno de transición a partir del 7 de febrero, cuando concluye el mandato de Martelly.

Otra alternativa expresada por sectores políticos es la posibilidad de que Martelly continúe hasta el 14 de mayo próximo (cuando se cumplen 5 años de su llegada al poder) y organizar elecciones, una opción difícil porque la oposición amenaza con salir a las calles si el gobernante sigue más allá del 7 de febrero.

El embajador haitiano ante la OEA insistió hoy en la voluntad de Martelly de entregar el poder el 7 de febrero tal y como manda la Constitución. EFE

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