Turquía dice que el periódico confiscado era parte del «Estado paralelo»

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha justificado la confiscación del diario crítico Zaman, al que ha acusado de ser parte del «Estado paralelo» que el predicador islamista Fetullah Gülen estaría tratando de crear para derrocar al Gobierno.

La puesta de Zaman bajo control del Ejecutivo es un asunto judicial y no político, aseguró Davutoglu la pasada noche a los medios turcos desde Irán, donde está de visita oficial.

El primer ministro dijo que no puede cuestionarse que Turquía sea un Estado de derecho y pidió que no haya injerencias en la acción de la justicia.

Tanto la oposición política turca como Estados Unidos y la Unión Europea han criticado lo que se ve como un nuevo ataque a la libertad de expresión y prensa en Turquía.

La confiscación de Zaman el viernes fue ordenada por un tribunal a petición de la Fiscalía y el diario ha quedado bajo control de un grupo de administradores designado por el Ejecutivo.

Davutoglu aseguró que no se pueden cerrar los ojos ante una «estructura paralela dentro del Estado que utiliza a la prensa y otros instrumentos».

Zaman tuvo una línea editorial de apoyo al Gobierno hasta diciembre de 2013, cuando se sumó a las acusaciones de corrupción contra el entonces primer ministro y ahora presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Fue ese año cuando la creciente tensión entre Erdogan y Gülen, aliados durante años, estalló en un conflicto abierto en el que el Gobierno turco acusó al predicador, exiliado en Estados Unidos, de usar su influencia en la Policía y la judicatura para crear un Estado paralelo e intentar derrocar al Ejecutivo.

Tras la orden de intervención del viernes, la Policía ocupó el diario y lanzó gases lacrimógenos contra los lectores y simpatizantes del diario que se habían reunido ante su sede para protestar por la confiscación.

Ayer, sábado, los agentes volvieron a dispersar una concentración de protesta.

Zaman, que tiene también una versión en inglés (Today’s Zaman), es el diario de mayor circulación de Turquía, con 650.000 ejemplares, casi el doble que el siguiente periódico, Hürriyet, que tiene una tirada de 350.000.

Dos diarios y dos televisiones, acusadas también de ser cercanos a Gülen fueron puestos bajo control del Ejecutivo el año pasado y quedaron clausurados hace cuatro días. EFE (I)

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