Atentado terrorista en Bruselas. 31 muertos, 187 heridos

En esta imagen difundida por Ralph Usbeck, los viajantes intentan dejar una terminal llena de humo en el aeropuerto de Bruselas, luego de las explosiones del martes 22 de marzo de 2016. Las autoridades cerraron la capital belga el martes luego de que dos explosiones sacudieran el aeropuerto y una estación de metro de Bruselas, dejando al menos 31 personas muertas y decenas de heridos. (Ralph Usbeck via AP)

Bélgica (AP) — Explosiones, al menos una de ellas causada por un suicida, sacudieron el aeropuerto de Bruselas y el metro de la capital belga el martes, provocando el cierre de la ciudad y elevando la seguridad en toda Europa. Al menos 31 personas habrían fallecido.

El grupo Estado Islámico se atribuyó los atentados, afirmando que sus agentes abrieron fuego en el aeropuerto y «varios de ellos» detonaron chalecos llenos de explosivos.

El mensaje colocado por la agencia de noticias de la agrupación, Amaq, dijo que otro suicida detonó sus explosivos en el metro.

El mensaje dijo que los atentados son en venganza por el apoyo de Bélgica a la coalición internacional que batalla contra el grupo extremista.

El alcalde de Bruselas Yvan Majeur dijo que son 20 los muertos y 106 los heridos en el ataque contra la estación de trenes Maelbeek, cercana a la sede de la Unión Europea.

Anteriormente, otro funcionario belga había dicho que 11 personas murieron y 81 resultaron heridas en dos explosiones simultáneas en el aeropuerto de Bruselas.

En total son 31 los muertos, 187 los heridos, por las tres explosiones.

Un portavoz del metro de Bruselas dijo que 15 personas fallecieron y al menos 55 resultaron heridas en la explosión registrada en un tren y medios belgas informaron de al menos 11 muertos en dos explosiones en el aeropuerto, que causaron varios heridos más. En un inicio se reportaron 13 fallecidos, pero la ministra de salud Maggie de Block confirmó que eran 11 los muertos, además de 81 heridos.

«Lo que temíamos ha sucedido», dijo el primer ministro belga Charles Michel a los periodistas. «En estos momentos de tragedia, en este momento negro para nuestro país, hago un llamado a todos a permanecer en calma y también a demostrar solidaridad».

Bélgica elevó su nivel de alerta a grado más alto, desvió trenes y autobuses con destino a la ciudad y ordenó a la población que se quedara dónde estaba. Los aeropuertos de toda Europa reforzaron de inmediato su seguridad.

«Estamos en guerra«, dijo el primer ministro de Francia, Manuel Valls, tras una reunión de urgencia convocada por el presidente francés, François Hollande. «En los últimos meses Europa ha sido objeto de actos de guerra».

En esta foto suministrada por EurActiv y tomada por Evan Lamos, los pasajeros descienden del subterráneo para caminar por las vías después de un ataque al transporte público en Bruselas el 22 de marzo del 2016. (Evan Lamos/EurActiv, via AP)
En esta foto suministrada por EurActiv y tomada por Evan Lamos, los pasajeros descienden del subterráneo para caminar por las vías después de un ataque al transporte público en Bruselas el 22 de marzo del 2016. (Evan Lamos/EurActiv, via AP)

Para finales del día, las autoridades municipales declararon que la gente puede volver a las calles, y algunas estaciones del metro reabrían. Pero Peter Mertens, del centro de manejo de crisis de Bélgica, advirtió que la amenaza de más ataques «es muy real y muy seria».

Uno y quizás dos fusiles Kalashnikov fueron hallados en la sala de pasajeros del aeropuerto, según una fuente de una agencia policial europea que no quiso ser identificada. No quedó claro de inmediato si eran las armas usadas en el ataque.

Responsables de seguridad en Europa llevaban semanas preparadas para un gran ataque, y advirtieron que el grupo extremista Estado Islámico estaba preparándose para actuar. La detención el viernes de un sospechoso clave en los ataques del pasado noviembre en París, que dejaron 130 muertos, elevó esos temores, mientras los investigadores reconocían que hay más gente implicada en la trama de la que en un principio se creyó y que algunos siguen huidos.

El primer ministro dijo que por el momento no había pruebas que vinculen al detenido por los atentados de París, Salah Abdeslam, con los incidentes. Tras su arresto el viernes, Abdeslam dijo a las autoridades que había creado una nueva célula y que estaba planeando nuevos atentados.

Medios belgas dijeron que 13 personas fallecieron en el aeropuerto, donde las dos explosiones mancharon de sangre la terminal de saludas y provocaron la caída de parte del techo. Los estallidos tuvieron lugar en plena hora punta de la mañana. Podía verse humo saliendo de las instalaciones.

Anthony Deloos, que trabaja en el aeropuerto para Swissport, que gestiona los servicios de facturación y equipajes, dijo que la primera explosión se había producido cerca de los mostradores de la aerolínea donde los pasajeros pagan por el exceso de equipaje. La segunda detonación golpeó una cafetería Starbucks de la terminal, dijeron Deloos y un compañero.

«Oímos una gran explosión. Es como cuando uno está en una fiesta y de pronto no oye, como por un fuerte ruido», explicó Deloos, añadiendo que un compañero le había dicho que corriera mientras trozos de papel flotaban por el aire.

«Salté en una salida de equipaje para estar seguro», dijo.

Tom de Doncker, de 21 años y que trabajaba como becario de facturación, estaba cerca del lugar de la segunda detonación.

«Vi a un soldado sacando un cuerpo», dijo. «Me sentí como si también me hubiera llevado un golpe» por la onda expansiva de la explosión.

Zach Mouzoun, que llegó en un vuelo de Ginebra unos 10 minutos antes de la primera detonación, dijo a la televisora BFM que la segunda explosión, más fuerte, derribó trozos del techo y rompió tuberías, mezclando el agua con la sangre de las víctimas.

«Fue atroz. Los techos se cayeron», dijo. «Había sangre por todas partes, gente herida, maletas por todas partes».

«Estábamos caminando por entre los escombros. Era un escenario de guerra».

Cerca de la entrada de la estación de metro de Maelbeek, no muy lejos de la sede de la Unión Europea, los equipos de emergencias habilitaron un hospital de campaña en un pub local. Pasajeros conmocionados salían de las bocas del metro mientras la policía intentaba establecer un perímetro de seguridad.

«El metro salía de la estación de Maelbeek cuando hubo una explosión que sonó muy fuerte. Había pánico por todas partes. Había mucha gente en el metro», dijo Alexandre Brans, de 32 años y que se estaba limpiando la sangre del rostro.

Françoise Ledune, portavoz del metro de Bruselas, dijo a la televisora BFM que parecía haberse producido sólo una explosión en el subterráneo, en un automóvil detenido en Maelbeek.

En el aeropuerto, la gente huyó tan rápido como pudo.

Imágenes de video tomadas por testigos y emitidas en la televisora francesa i-Tele mostraban a pasajeros, incluido un niño que corría con una mochila, huyendo de la terminal en diferentes direcciones arrastrando su equipaje. Otra imagen mostraba a un agente de seguridad que patrullaba dentro de una sala con desperfectos, donde se veía lo que parecían paneles aislantes del techo tirados por el suelo.

Marc Noel, de 63 años, estaba a punto de abordar un vuelo de Delta a Atlanta para regresar a su casa en Raleigh, North Carolina.

Noel, nacido en Bélgica, dijo estaba en la tienda del aeropuerto comprando revistas de motor cuando se produjo la primera explosión, a unas 50 yardas (metros).

«La gente lloraba, gritaba, los niños. Fue una experiencia horrible», dijo a AP. Su decisión de comprar las revistas podría haberle salvado la vida, señaló. «No quiero pensar en ello, pero probablemente habría estado en ese lugar cuando estalló la bomba».

El aeropuerto conecta la capital europea con 266 destinos de todo el mundo y por sus instalaciones pasaron casi 23,5 millones de pasajeros en 2015.

Los pasajeros fueron evacuados a las pistas y el centro de crisis instó a la gente a no acudir al aeropuerto.

En París, el ministro del Interior dijo que el país reforzaría de inmediato la seguridad en aeropuertos y estaciones de tren y metro.

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Los periodistas de Associated Press Raf Casert en Bruselas y Angela Charlton y Lori Hinnant en París, contribuyeron a este despacho.

Vista de la fachada del edificio de la terminal con los cristales rotos tras las explosiones registradas en el aeropuerto internacional de Zaventem, cerca de Bruselas (Bélgica) hoy, 22 de marzo de 2016. Al menos 34 personas han muerto y otras 200 han resultado heridas tras los atentados en el aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, y la estación de metro de Maalbeek. EFE/Laurent Dubrule
Vista de la fachada del edificio de la terminal con los cristales rotos tras las explosiones registradas en el aeropuerto internacional de Zaventem, cerca de Bruselas (Bélgica) hoy, 22 de marzo de 2016. Al menos 34 personas han muerto y otras 200 han resultado heridas tras los atentados en el aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, y la estación de metro de Maalbeek. EFE/Laurent Dubrule
Varios pasajeros esperan junto a su equipaje cerca del aeropuerto internacional de Zaventem, cerca de Bruselas (Bélgica) hoy, 22 de marzo de 2016. Al menos 21 personas han muerto y otras 35 han resultado heridas en las explosiones que afectaron hoy al aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, y la estación de metro de Maalbeek, en el centro de la capital europea. EFE/Jonas Roosens
Varios pasajeros esperan junto a su equipaje cerca del aeropuerto internacional de Zaventem, cerca de Bruselas (Bélgica) hoy, 22 de marzo de 2016. Al menos 21 personas han muerto y otras 35 han resultado heridas en las explosiones que afectaron hoy al aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, y la estación de metro de Maalbeek, en el centro de la capital europea. EFE/Jonas Roosens

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