Israel imbuida en nueva polémica por vídeo de soldado que remató a palestino

Las fuerzas militares arrestaron al soldado y abrieron una investigación ante lo que describieron parecía una "grave violación" de los valores del estamento militar. (AP)

En una semana la sociedad y la clase política en Israel se han visto nuevamente sacudidas por el debate abierto a raíz de un vídeo que muestra a un soldado israelí rematando a un palestino herido y sin representar peligro alguno.

El pasado jueves la ciudad cisjordana de Hebrón se convirtió una vez más en el epicentro de la discordia por ser el lugar donde un voluntario de la ONG israelí Betselem, grabó el que parece ser el momento en que un joven soldado israelí (cuyo nombre se mantiene bajo secreto de sumario) prepara su arma y dispara en la cabeza a Abed al Fatah al Sharif, tendido en el suelo.

El palestino aparece prácticamente inmóvil, después de haber sido reducido por las fuerzas de seguridad israelíes junto a Ramzi al Qasrawi -que también falleció abatido en el lugar de los hechos-, tras haber protagonizado ambos un ataque con arma blanca en el que resultó herido seis minutos antes otro uniformado israelí.

El Ejército israelí anunció de inmediato la detención del soldado y la apertura de una investigación sobre un caso que ha quedado en manos de un tribunal castrense que hoy le imputó el cargo de homicidio involuntario, pese a que en un primer momento se barajó que podría ser acusado de asesinato.

De acuerdo a medios locales, el militar argumentó que disparó porque Al Sharif se movió y tenía miedo a que activara un explosivo.

Fuentes militares citadas por los medios aseguran que el atacante ya había sido registrado y que el soldado comentó que «el terrorista merecía morir», poco antes de apuntar con su arma y dispararle, sin que durante varios segundos ninguno de los presentes se inmutase.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y su titular de Defensa, Moshé Yaalón, se apresuraron a declarar que el incidente que «no representa los valores del Ejército israelí», si bien el jefe del Gobierno suavizó posteriormente sus declaraciones y señaló que las Fuerzas Armads de su país «mantienen unos altos valores éticos» y rechazó cualquier cuestionamiento a «su moralidad».

Otros políticos, como el ministro de Educación, Naftalí Bennet, tachó de «absurdas» las acusaciones contra el soldado y justificó su actuación aduciendo que «estamos en guerra» antes de expresar su solidaridad con la familia.

La sociedad israelí ha tomado las redes sociales como palestra para dar su opinión y han proliferado campañas de apoyo respaldadas por miles de internautas que piden la liberación del soldado, al que algunos llaman héroe, o mensajes de ánimo y consuelo a su familia.

También han tenido lugar manifestaciones de respaldo en varios puntos del país, particularmente numerosas en la localidad de Beit Shemesh y frente al tribunal donde tiene lugar el proceso en Jaffa.

El diario «Maariv» informó hoy de que un rastreo en internet sobre comentarios acerca del tema refleja un apoyo al soldado del 90%, y un sondeo del Canal 2 de la televisión local, revela que un 57% del público encuestado está en contra de la detención, frente a un 32 % que cree que el arresto ha sido lo correcto. Un 5% consideró su acción un asesinato.

El suceso también ha llevado a voces críticas a censurar lo que han definido de «ejecución a sangre fría», como el periodista Amos Harel en un artículo del «Haaretz», donde Guideon Levy también se revolvía contra «un asesinato cometido por un soldado cobarde» y habló del racismo del que no se desprenden algunos israelíes.

Durante la actual ola de violencia iniciada en octubre, en la que murieron 204 palestinos, dos tercios cuando perpetraban ataques o presuntas agresiones contra israelíes, y una treintena de israelíes, han sido numerosas las ocasiones en que Israel ha sido acusada de utilizar un uso excesivo de la fuerza.

Los palestinos han denunciado y pedido investigaciones sobre casos que consideran «ejecuciones extrajudiciales», la última, a raíz de este incidente.

El debate ha supuesto todo un revulsivo para el mismo Ejército, que asegura refrescar a sus combatientes en los supuestos en los que se puede abrir fuego, en tanto que la prensa israelí se afana en analizar las implicaciones morales del incidente o la ética de la institución, que goza de gran reconocimiento.

«La actividad militar es con frecuencia difícil y complicada», recogía un artículo del «Yediot Aharonot» que describía cómo la sociedad quiere soldados que «lleven a cabo sus tareas sin fallos profesionales, éticos, morales y legales».

Por su parte, Levy advierte de la transformación moral que atraviesa el país al sentenciar: «Mirad el vídeo y ved al Ejército israelí de 2016. Escuchad las voces de quienes consideran al homicida un héroe y ved al Israel de 2016». EFE (I)

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