MOSCÚ (AP) — El Parlamento ruso nombró el viernes a una jefa de policía retirada como nueva defensora de derechos humanos, dependiente del presidente, en medio de protestas por su falta de credenciales democráticas. Activistas del partido Yabloko se concentraron frente a la Duma el viernes para manifestar su oposición.
La Duma aprobó de forma abrumadora a Tatyana Moskalkova, general de policía y legisladora del partido Rusia Justa. El presidente Vladimir Putin no hizo uso de su derecho de postular a un candidato para el puesto.
Moskalkova, de 60 años y más de 20 de servicio en el ministerio del Interior, era la favorita para el puesto tras conseguir el apoyo del gobernante Rusia Unida, pero su candidatura indignó a los activistas humanitarios rusos, que veían un claro conflicto de interés en el nombramiento.
Los predecesores de Moskalkova tenían experiencia demostrada en la defensa de valores democráticos democracia y a menudo emplearon su posición para denunciar violaciones flagrantes de derechos humanos y presionar a las fuerzas de seguridad e instituciones penitenciarias. Muchos de estos activistas son veteranos del movimiento disidente de la era soviética y han sufrido cárcel o exilio por su labor.
La postulación de la general de policía desconcertó incluso al político de extrema derecha Vladimir Zhirinovsky.
Moskalkova «es una excelente persona, pero su trabajo en la policía soviética y en la policía bajo (el presidente Boris) Yeltsin no nos permite pensar que es capaz y y desea defender los derechos humanos», dijo Zhirinovsky en el debate parlamentario.
La nueva defensora juró el cargo en el Parlamento inmediatamente después de la votación.
Tal como se preveía, Moskalkova confirmó su posición intransigente en su discurso en el Parlamento. Dijo que se enfocaría en las violaciones de derechos humanos en la salud y la vivienda y fustigó lo que consideró los intentos de aprovechar la pésima historia de Rusia en la materia.
«Organismos occidentales y estadounidenses vienen a utilizar el asunto de los derechos humanos como herramienta de chantaje, abusos, amenazas e intentos de presionar a Rusia», dijo. «El defensor de los derechos humanos tiene abundantes herramientas para contrarrestarlo». (I)
Por NATALIYA VASILYEVA