Seúl rechaza plan norcoreano de reunir a desertores con sus familias

Foto de Archivo: La República.

SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Sur rechazó rápidamente el viernes un poco habitual acercamiento de Corea del Norte, que ofreció enviar a Seúl a familiares de 13 trabajadores de un restaurante, a los que Pyongyang considera secuestrados en China por espías surcoreanos.

Los empleados, que trabajaban en un restaurante que según Corea del Norte está en la ciudad oriental china de Ningbo, fueron el grupo más grande en desertar desde que Kim Jong Un asumió el poder en Corea del Norte en 2011. Pyongyang suele acusar a Seúl de secuestrar o incitar a sus ciudadanos para que deserten, pero el esfuerzo para reunir a las familias es extraordinario.

Los medios estatales norcoreanos dijeron el viernes que el gobierno había informado a Seúl de que intentaría enviar a los familiares a través del pueblo fronterizo de Panmunjom, pero no dijo cuándo.

«Las familias de los secuestrados piden con ansia un contacto cara a cara con sus hijas, ya que se vieron obligadas a separarse», indicó el mensaje recogido por la estatal Agencia Central de Noticias Coreana.

El Ministerio surcoreano de Unificación respondió en breve comunicado que no puede aceptar la petición porque los trabajadores decidieron instalarse en Corea del Sur por voluntad propia.

Pyongyang ya ha advertido de represalias no especificadas si Corea del Sur se niega a enviar de vuelta a los empleados.

La deserción de un encargado y 12 camareras ha recibido una intensa cobertura mediática en Corea del Sur. Tras anunciar las deserciones, las autoridades surcoreanas rechazaron revelar los detalles y algunos críticos han cuestionado si la noticia era un intento de influir en los resultados de las elecciones parlamentarias, que el gobernante partido conservador perdió después ante partidos opositores progresistas.

Pyongyang tiene entre 50.000 y 60.000 trabajadores en el extranjero, la mayoría en Rusia y China, con la misión de obtener divisas para el país, según el servicio de espionaje surcoreano. Pyongyang suele enviar para esos puestos a ciudadanos leales y relativamente acomodados porque se los considera menos influenciables por culturas extranjeras, según expertos consultados en Corea del Sur.

Desde que terminó la Guerra de Corea (1950-1953), más de 290.000 norcoreanos han huido al sur, según registros del gobierno surcoreano. Muchos desertores han declarado que querían evitar el duro sistema político norcoreano y la pobreza. (I)

Por HYUNG-JIN KIM, Associated Press

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