Presidente electo de Filipinas ataca a la Iglesia católica

Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas (Foto AP/Bullit Marquez, Archivo)

MANILA, Filipinas (AP) — El virtual presidente electo de Filipinas atacó a la Iglesia católica del país, que tiene enorme peso, calificándola como «la institución más hipócrita» y acusó a algunos de sus obispos de corrupción por supuestamente pedir favores a políticos, él incluido.

En una conferencia de prensa que comenzó el sábado en la noche y se prolongó hasta el domingo, el alcalde de la ciudad de Davao, en el sur del país, Rodrigo Duterte cuestionó la relevancia de los obispos católicos, citando su abrumadora victoria en los comicios presidenciales del 9 de mayo, en base al escrutinio no oficial de los votos, pese a los esfuerzos del clero para convencer al país de que no lo votaran.

Duterte maldijo a los obispos con un insulto grave en referencia a sus madres, y los acusó de beneficiarse de dinero público mientras los pobres del país no pueden permitirse comparar alimentos o medicinas.

Esta condena pública a la influyente Iglesia de boca de un alto cargo es algo poco habitual en el bastión del catolicismo en Asia. Además presagia una difícil relación entre la institución religiosa y el presidente entrante, quien impactó a los obispos en noviembre cuando maldijo al papa Francisco durante una visita a Manila por ocasionar un enorme embotellamiento que dejó atrapado a Duterte por horas. Posteriormente, Duterte se disculpó cuando los obispos denunciaron su acción.

Durante la campaña, Duterte dijo que posiblemente los católicos se irían al infierno si votaban por él porque los obispos lo habían calificado de inmoral en parte por hablar a favor de matar a criminales. Sin embargo, millones de filipinos votaron por él el día de las elecciones, dándole una ventaja de más de 6 millones de votos frente a su rival más cercano.

El polémico alcalde ahora se volvió contra los obispos y acusa a algunos de ellos de violar su celibato por casarse o tener mujeres y buscar favores de políticos, pidiéndoles carros. Sin entrar en detalles, dijo que una vez jerarcas de la Iglesia cuyo nombre no mencionó lo obligaron a tomar acciones cuando él era alcalde para que ellos pudieran obtener un inmueble en una zona residencial.

Esos son actos de corrupción y violaron el edicto constitucional filipino de separación de Iglesia y estado, dijo el impetuoso Duterte, conocido por sus declaraciones vulgares, bromas sexistas e irreverencia.

«Algunas personas aquí en Filipinas ni siquiera pueden comprar comida o medicinas, mientras ustedes disfrutan del dinero de la maldita gente», dijo Duterte. «¿No les da vergüenza, hijos de p…?».

«Ya saben. La institución más hipócrita es la Iglesia», dijo en la conferencia. (I)

Por JIM GOMEZ, Associated Press

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